Foto Ilustrativa/Archivo DEM.


Dos turistas japonesas fueron sorprendidas por un restaurante del centro histórico de Roma, que les cobró $470.00 por dos platos de espagueti con pescado al cartoccio y una botella de agua.

De acuerdo al medio ABC, el caso se conoció luego que las turistas volvieran viral en Facebook la foto del recibo en cuestión.

Foto retomada de ABC.


El "atraco", como varios usuarios de la red lo han llamado, ocurrió el 4 de septiembre pasado en el restaurante Antico Caffé di Marte, ubicado a pasos del Castel Sant'Angelo, es decir, en un de los tantos lugares mágicos del centro de la ciudad eterna.

Según el relato de las japonesas, luego de consumir en el restaurante se toparon con con una cuenta de pesadilla: $382.00, a lo que se le sumó una increíble propina de $88.00, por un total de $470.00.

La denuncia de las dos japonesas se viralizó en las redes sociales, donde usuarios han comentado con rabia y amargura tanto por japoneses como italianos. Con la publicación del recibo se descubrió que las dos japonesas no fueron las únicas en sufrir el descarado «asalto» turístico en el restaurante Antico Caffè di Marte. "Comí aquí el 27 de agosto y nos robaron —cuenta otro cliente—. En el menú escriben $7.10 por 100 gramos de pescado, pero cuando terminamos de comer, hemos pagado $521.00", afirmaron otros clientes.

Entrevistado por el diario romano Il Messaggero, el dueño del local aclaró que los precios de su restaurante son muy claros y están a la vista. Y se defendió diciendo que las turistas habían comido pescado y que en su restaurante el pescado fresco se paga al kilo. "Nuestro menú es claro, está todo escrito detalladamente y para pagar esa cuenta las chicas deben haber comido, además de los spaghetti, también pescado, que nosotros vendemos fresco: el cliente lo elige, lo pesamos y lo cocinamos", dijo Giacomo Jin, en una versión distinta de la de las víctimas. En cuanto a la exagerada propina, los mozos admitieron que suelen pedir el 10 o el 20 por ciento, pero que se trata de una libre elección de los clientes.

El caso -que no es el primero- provocó polémicas y suscitó debate en la red ("¿pero qué pescado les dieron de comer?", dijeron), nuevas denuncias contra el mismo local por precios más que salados y volvió a poner sobre el tapete el cuestionable trato que reciben los cientos de miles de turistas que visitan la ciudad. "Episodios de este tipo causan un gran daño de imagen a la ciudad de Roma y reclamamos que las fuerzas del orden investiguen si hubo un abuso para con las dos jóvenes japonesas", dijo la asociación de guías turísticas de la capital.