El mensaje es claro: “Lo peor está por llegar”, advirtió el Fondo Monetario Internacional (FMI) en la actualización de sus perspectivas económicas mundiales. Esto porque las tres mayores economías se acercan a una recesión, de cuyos efectos no escaparía El Salvador.

El mundo se enfrenta a un escenario económico magro porque los países más ricos, empezando por Estados Unidos y la zona euro, ya sufren una contracción de su actividad económica del primer semestre del 2022 como consecuencia de la inflación y la guerra en Ucrania, que sigue marcando pauta en los mercados mundiales.

Mientras que el presidente Joe Biden dice que “no creo que haya una recesión” y si la hay será “muy ligera”, el Fondo rebajó este martes su pronóstico para la primera economía del mundo de un 2.3 % previsto en junio a solo un 1.6 % en 2022, pero 2023 podría ser todavía peor a 1 %.

El Salvador no escapa y el Fondo también aplicó una reducción a su proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) salvadoreño a 2.6 % en 2022 y apenas un 1.7 % para 2023.

Estas son estimaciones, pero hay más temores que se cumplan, señaló Ricardo Castaneda, economista del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), para quien los factores externos con los internos, principalmente por las débiles finanzas, formarán un caldo de crisis.

El gigante del que depende la economía.

Rommel Rodríguez, economista de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), enumeró tres canales de una “afectación gradual” en la economía salvadoreña ante una posible recesión profunda en Estados Unidos: remesas, exportaciones e inversión extranjera.

Nueve de cada 10 dólares que ingresan a la economía en remesas familiares (el 93.8 % a agosto) proceden de Estados Unidos, donde reside la mayor comunidad de salvadoreños en el exterior. Estos recursos sostienen al 25 % de los hogares, que en su mayoría los destinan para consumo y son un estímulo en la demanda a las empresas.

Si bien existe riesgo de una reducción de las remesas, Castaneda recordó que lo mismo se esperaba en 2020, la última recesión económica mundial por el coronavirus, pero finalmente aumentaron y fueron de los principales amortiguadores de las crisis. Revela que “los salvadoreños en Estados Unidos, aun cuando ellos están en una situación complicada, intentan priorizar el envío de remesas para proteger a sus familiares acá”, matizó.

En una recesión también cae la demanda y Estados Unidos es el principal comprador de los bienes salvadoreños, con una participación del 38 %. Rodríguez también advirtió que el flujo de inversión extranjera de origen estadounidense, que ya en el primer semestre se contrajo, podría seguir cayendo o el retiro de capitales.

A diferencia de 2022, agregó el economista del Icefi, en las finanzas públicas se tenía margen para solicitar nueva deuda que amortiguara el impacto de la recesión a través de programas de canastas de alimentos o un fondo de subsidios para las empresas. “Si el país enfrenta una situación similar el próximo año, el margen de maniobra que tiene ahora es mucho más limitado”, matizó.

“No es lo mismo enfrentar una situación mundial con una situación financiera mejor, que enfrentar recesión con una posición delicada como la que tiene El Salvador”, matizó.

Clave del panorama económico


1.- Alarmas
El FMI advirtió que más de una tercera parte de la economía mundial se contraerá este año y el próximo, mientras que las tres mayores economías -Estados Unidos, la Unión Europea y China- continuarán estancadas. Alertó además que lo peor está por venir y 2023 se sentirá como “un año de recesión”.

2.- Exportaciones
Una investigación del economista William Pleites reveló que, hasta 1900, Gran Bretaña era el principal destino de las exportaciones. En la década de los cuarenta, EE. UU. aumentó su participación, sobre todo por la compra de café, y se volvió el primer socio. Hoy adquiere el 38.7 % de los bienes salvadoreños.

3.- Remesas
Las remesas son el soporte para 498,452 familias salvadoreñas (el 24.1 %) donde residen más de 1.52 millones de personas. El Banco Central de Reserva (BCR) registra que a agosto el 93.8 % de estos ingresos procedió de Estados Unidos, equivalentes a $4,753.1 millones. Crecen apenas un 1.7 % frente a 2021.

4.- Inversión
El BCR reporta que, en el segundo trimestre, el flujo de la inversión extranjera directa (IED) desde Estados Unidos fue de $9.11 millones, muy por debajo de los $86.55 millones registrados en el primer trimestre. La IED es muy apetecida por las economías porque genera exportaciones de valor agregado.