A pesar de que en El Salvador hay más líneas móviles activas que personas, solo la mitad de su población usa el Internet para realizar sus actividades, señala un diagnóstico del Banco Mundial sobre la economía digital del país.

El estudio, publicado en abril de 2022, contó con el apoyo del Gobierno salvadoreño y actualiza los datos de un primer acercamiento realizado en 2017. En esta investigación se analiza la adopción de las tecnologías digitales, la infraestructura, servicios financieros digitales y el cuerpo normativo.

Los resultados de la evaluación muestran que casi el 50 % de la población salvadoreña no usa Internet, a pesar de que hay más de 11.6 millones de líneas móviles activas, según la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget). Un dato que aproxima la cantidad de celulares que circulan en un país con 6.3 millones de personas.

El acceso también es deficiente en los centros educativos, pues solo el 81 % de las escuelas a nivel nacional tiene conexión a una banda ancha y en el 78 % de los hospitales tiene Internet de baja calidad.

Si bien el comercio electrónico tuvo un explosivo aumento en 2020 por la pandemia del covid-19, el estudio del organismo señala que solo el 50 % de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) usa el Internet. Dentro de los que sí tiene el acceso, pocos hacen uso de plataformas para vender o de tecnologías avanzadas como inteligencia artificial y análisis de datos.

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Mala calidad, el principal reclamo.

La calidad de la cobertura de Internet es la principal debilidad que obstaculiza el acceso, señala el Banco Mundial en su informe que reseña que seis de cada 10 salvadoreños creen que las operadoras ofrecen un servicio de mala calidad.

Uno de los hallazgos del informe plantea que el limitado desarrollo de los enlaces internacionales afecta a la disponibilidad de ancho de banda y contribuye a que las tarifas sean relativamente altas.

Alrededor del 64 % de los consumidores conectados identifica como principal obstáculo el precio de los paquetes, frente a la calidad del servicio. Según el estudio, los salvadoreños deben destinar el 3 % de sus ingresos para comprar 1.5 GB de la banda ancha y 8.4 % para tener 5 GB.

El precio está por encima del consenso de la Alianza para Internet Asequible (A4AI), que plantea que el costo de la banda ancha de 5G (fija y móvil) no supere el 2 % de los ingresos de los hogares para 2026. “El Salvador está actualmente lejos de cumplir la meta”, señaló.

El Salvador se conectó al Internet global a través de una capacidad internacional total de 558 gigabit por segundo (Gbps), lo que garantiza una velocidad de conexión promedio de 10 Megabit por segundo (Mbps) a los suscriptores existentes. Pero no es suficiente para agregar nuevos usuarios, aumentar la velocidad o permitir actividades intensivas en el consumo de datos.

La infraestructura actual proporciona casi una cobertura universal de las tecnologías móviles 3G, mientras que las de 4G ganan más terreno. Pero, se explica en el informe, hay retos porque hace falta capacidad para intercambiar, almacenar y procesar datos.