El anuncio fue realizado ayer por el embajador de Estados Unidos en El Salvador, Ronald Johnson, y el presiden-te salvadoreño, Nayib Bukele.


El Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos (DHS, por su sigla en inglés) extendió la vigencia de los permisos de trabajo para los salvadoreños con Estatus de Protección Temporal (TPS) hasta el 4 de enero de 2021, y dio un plazo adicional de 365 días después de las resoluciones relacionadas con el TPS para que regresen al país.

El TPS, un programa que impide la deportación y otorga permisos de trabajo, fue cancelado desde 2018 por la administración del presidente Donald Trump pero ha prolongado su expiración en al menos en dos ocasiones: el 9 de septiembre de 2019, al 2 de enero de 2020; y ayer, con la noticia de DHS, se prevé una cancelación definitiva hasta el 4 de enero de 2021.

Estas prórrogas se han renovado desde que la Corte Federal de Distrito Norte de California prohibió al DHS que terminara el TPS en los casos de Sudán, Nicaragua, Haití y El Salvador hasta que finalice el curso legal de las demandas de activistas migrantes en el sistema judicial. Ahora, DHS se recetó un año más para estudiar un plan de acción.

“El objetivo de la Administración es crear un proceso ordenado y responsable para repatriar a los salvadoreños y ayudarlos a regresar a sus hogares”, escribió el DHS en un comunicado difundido ayer.

En el documento, DHS explica que la terminación del TPS ocasionaría “una afluencia repentina de 250,000 personas a El Salvador” que “podría provocar otra migración masiva a los Estados Unidos” y agudizar la crisis en la frontera sur. “Teniendo en cuenta estas preocupaciones, hemos decidido proporcionar tiempo adicional para elaborar ese plan”, agrega la institución.

La prórroga fue firmada ayer junto a otros tres acuerdos relativos a seguridad por el secretario interino de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kevin McAleenan, y la canciller salvadoreña, Alexandra Hill; así como el director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), Ken Cuccinelli.

De acuerdo con la resolución del caso Ramos versus Nielsen, si los tribunales resuelven contra el TPS, éste finalizará en 120 días después de la vigencia de la orden de terminación. Sin embargo, solo El Salvador gozará de un plazo más amplio: 365 días adicionales al año de extensión de los permisos laborales.

 

Fuerte aliado

Estados Unidos también reconoció el liderazgo del presidente Nayib Bukele en la decisión. “Bajo el liderazgo del presidente Bukele, El Salvador ha sido un socio confiable para abordar la crisis en la frontera suroeste y repatriar a los ciudadanos salvadoreños”, destaca DHS en su comunicado.

El embajador de los EE.UU. en El Salvador, Roland John­son, dijo: “Esto es un reconocimiento de los logros y buen trabajo del gobierno del presidente Nayib Bukele”.

“Decían que era imposible lograr una extensión, que El Salvador ni podía incidir en la política migratoria de Estados Unidos, pero el Ejecutivo puede dar la protección temporal, y la puede extender las veces que quiera”, aseguró el gobernante salvadoreño.

Explicó que, “si en el peor de los casos perdiéramos la demanda, en octubre del otro año, la administración Trump todavía daría permiso por un año más luego de terminar la demanda. Es decir, estaría terminando en octubre del año 2022. Si terminara el 4 de enero de 2021, para los salvadoreños se acabaría hasta el 4 de enero de 2022”.

El director del Servicio de Inmigración estadounidense aclaró que no es una extensión al programa como tal sino del periodo de “cierre paulatino” “mientras se preparan para regresar a su país de origen”.

El TPS, otorgado por Washington luego de los terremotos del 13 de enero y 13 de febrero de 2001, garantiza estadía y trabajo en EE.UU. para 248,105 salvadoreños, y a 190,000 de sus hijos nacidos en territorio estadounidense.