El drama de “Ceclia”, una mujer salvadoreña que durante su adolescencia fue víctima de ataques sexuales por parte de su padrastro, dio un giro esperanzador, luego de recibir la residencia legal en EE.UU., 16 años después de haber denunciado a su victimario.


“Mi mamá y mi padrastro trabajaban de día pero después le cambiaron el horario a mi padrastro y comenzó a trabajar de noche. Entonces se quedaba todo el día en la casa y fue cuando comenzó a abusar de mi”, le contó la mujer de 30 años al diario angelito La Opinión.


Cecilia dice que temía ser deportada a El Salvador si denunciaba a su agresor, quien a los 14 años la embarazó.


“Fue muy triste para mi mamá”, contó Cecilia a La Opinión, aseverando que su madre no imaginaba lo que ocurría en su propio hogar. “Pero también me apoyó mucho…denunciamos a mi padrastro y la policía lo arrestó”.


El violador recibió seis años de cárcel y después fue deportado a El Salvador.


Cecilia tenía el Estatus de Protección Temporal (TPS), pero después de los abusos, su madre se quedó sola con dos hijos menores de edad y una nieta, lo que la llevó a enfrentar dificultades económica y a no poder renovar el TPS para toda su familia.


“No nos alcanzaba ni para comer, ni para pagar la renta. Nos salimos de donde vivíamos para irnos con unas personas de la iglesia”, recuerda “Cecilia”.


Su precaria situación impidió que renovaran el permiso de TPS de Ceciclia, quedando ella indocumentada. Solo su madre y su hermano lo renovaron puesto que ambos trabajaban.


Unos seis años después, Cecilia se enteró que podía calificar para la Visa U, la cual se otorga a víctimas de crímenes que estén dispuestas a ser parte de la investigación para capturar a los criminales. Sin embargo desistió de aplicar a ésta porque varios abogados no le dieron la esperanza de conseguirla.


Pero la abogada de inmigración Alma Rosa Nieto, en 2010, la orientó para poder calificar para la Visa U y en abril del 2017 recibió su ansiada “green card”.