Migrantes deportados por Estados Unidos a Guatemala en agosto de 2019/Europa Press.


Los gobiernos de Guatemala y Estados Unidos han pactado los nuevos protocolos para reanudar los vuelos de deportación de migrantes, suspendidos desde el mes de abril, de tal forma que las autoridades norteamericanas deberán presentar una prueba negativa de COVID-19 que corresponda como máximo a los tres días previos al traslado.

El responsable de la Comisión Presidencial de Atención de la Emergencia de la COVID-19 en Guatemala, Edwin Asturias, ha explicado ante los medios este nuevo acuerdo, que contempla también que en los aviones no pueden viajar más de 50 personas, un tercio de los que solían transportar antes del parón por la pandemia.

Con esta medida, ha explicado Asturias, se podrán mantener "las normas de protección y distanciamiento" y evitar posibles contagios de última hora. A su llegada, los migrantes volverán a ser examinados, según recoge la prensa guatemalteca.

El Ministerio de Exteriores del país centroameriano estima que hay casi 5.500 guatemaltecos bajo custodia en Estados Unidos, de los cuales más de 2.500 tienen ya una orden de deportación en firme.

El contagio de varios deportados en algunos de los últimos vuelos elevó las preocupaciones en un país que acumula más de 7.800 casos de COVID-19 y 289 víctimas mortales, según los datos divulgados el martes por el Gobierno de Alejandro Giammattei.