La atención mundial ante la pandemia generada por el Corona Virus (COVID-19) se ha centrado principalmente en los impactos a la salud pública, sin embargo si nos movemos de la salud a la economía mundial, sus efectos se presentan como altamente preocupantes.

El impacto negativo en la economía mundial causado por esta pandemia tiene una doble dimensión, por un lado tenemos los sectores productivos que son impactados inmediatamente como lo es el transporte y el turismo y la otra se refiere a los necesarios cambios estructurales de la globalización vigente.

El transporte aéreo está enfrentando una brutal caída de clientes, cierre de rutas y aeropuertos. Ya la primera compañía aérea anuncio su quiebra que seguirán otras, especialmente las de tamaño mediano y pequeño; estas empresas, al igual que las de tours de cruceros dependen para sus pagos normales (salarios, combustibles, etc.) de las reservaciones de pasajes de los clientes y estas se han esfumado; solo las grandes empresas pueden soportar periodos de más de dos meses de esta situación anómala. La misma suerte corre para el turismo que está igualmente parado; por ejemplo en España con caída de 70% de la actividad turística.

Pero el impacto estructural a la globalización tenderá a expresarse en el mediano plazo. La globalización ha generado líneas de dependencia más profundas que las tradicionales entre países desarrollados y subdesarrollados, ahora la dependencia es entre los desarrollados: China ha sido el gran proveedor mundial de una enorme cantidad de productos que usamos diariamente, así, en medicamentos es el más grande del mundo y uno de los principales fabricantes de equipos y material; el “made in China” en nuestras ropas, artefactos eléctricos, automóviles, etc. es ya parte de la vida del género humano, pero hoy, sus plantas industriales están desiertas.

La guerra comercial iniciada por Trump contra China ha tenido un impacto negativo para el comercio mundial, pero, es neglegible comparado con el que está teniendo ante el cierre de manufacturas en China generado por este minúsculo virus; esto nos pone ante la probabilidad de un nuevo tipo de crisis económica internacional, generado por un shock de oferta y no como los anteriores generados por sobreproducción o por especulaciones bursátiles; se trata de algo que la agenda globalizadora nunca previó: los cierres masivos de empresas manufactureras como origen de la crisis económica; y es generada ya no por el mercado, sino por el Estado para proteger a su población.

Esta realidad tendera a una fase de re-direccionamiento de las cadenas de producción y transporte a nivel global, porque esta no será la última pandemia, sino, una más que volverá a repetirse. Los países desarrollados se verán en la necesidad de garantizar la producción en su territorio de bienes necesarios que les permitan enfrentar situaciones como la que estamos viviendo; y recolocar las empresas en lugares más transparentes y seguros y no dependiendo de un sola fuente de aprovisionamiento.

No se trata de predecir el fin de la globalización, creo que este tipo de profecías más bien son expresiones de buenos deseos; no es posible prescindir de la globalización, al menos hasta que no aparezca una nueva alternativa viable, pero lo que ya no es posible es asumir la globalización tal y como ha sido concebida y ejecutada por los países desarrollados, que al igual que el calentamiento global, no lo hemos generado, pero si lo sufrimos; lo racional es empujar una revisión a fondo de las concepciones globalizantes y su implementación, especialmente cuando un ente que ni siquiera es vital, el COVID-19, se ha encargado de educarnos en lo frágil y peligroso que es esta receta para el desarrollo de la humanidad.

Toda crisis es el momento de cambios ya sea para la muerte o para una nueva forma de vida, la pregunta que debemos hacernos es ¿Dónde se ubica nuestro futuro como sociedad después de esta crisis?, ¿seguiremos con la actitud pasiva de cantar odas a la globalización y atragantarnos con los amargos tragos que nos brinda?.... O por el contrario ¿Acaso no podemos desarrollar una actitud positiva descubriendo e implementando una posición que sepa aprovechar los movimientos de la economía mundial, y labre nuestros nichos de desarrollo en ella?