Si hay un sector de la vida nacional que merece todo el homenaje este año que agoniza es el personal de la Salud. Este 2020 han sido la primera línea del frente en esta dolorosa batalla de la pandemia del coronavirus. Docenas de ellos han fallecido, médicos, enfermeras, socorristas, personal de apoyo de todo tipo.

Todo homenaje o compensación económica es poca para tanto sacrificio y el mayor sacrificio fue ofrendar la vida por sus pacientes, por su vocación. Los médicos, enfermeras y personal de apoyo atendieron no solo a los que enfermaron por la virulencia de la enfermedad sino incluso a aquellos que no tuvieron voluntad de cuidarse, que creían que el virus era una mentira o una banalidad.

Y como pueblo fuimos ingratos muchas veces. ¿Recuerdan las historias de enfermeras maltratadas en sus vecindarios por atender enfermos de covid? Situaciones injustas como esa tuvieron que sufrir muchos de los miembros del personal de Salud.

Y desgraciadamente, muchos de ellos también han fallecido dejando a sus familias desamparadas por cuestiones burocráticas, porque no estaban en las fechas de los decretos oficiales o porque ha habido funcionarios a los que simplemente no les dio la gana resolverles a sus viudas o a sus hijos o padres. No hay palabras para agradecer tanto al personal médico y sanitario. Han dado tanto y nosotros les hemos retornado tan poco. Este 2020, ellos merecen todo el honor y reconocimiento.