La Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) prevé que El Salvador llegue a pagar hasta $1,726 millones en 2021 por servicio de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF).

La estimación de Fusades indica que estos compromisos -pago de intereses y amortizaciones- aumentarán $255 millones frente a los $1,471 millones previstos en el presupuesto de 2020, esto significa un incremento de 14.7 %.

Dicha estimación se elaboró con las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), publicadas en abril pasado, y no incluyen las amortizaciones de Letras del Tesoro (Letes) y Certificados del Tesoro (Cetes) que son compromisos de vencimiento de corto plazo en hasta 360 días. En tanto, el pago de intereses abarca la emisión de bonos y los préstamos con multilaterales.







La diferencia entre los bonos y los créditos es que en las emisiones solo se paga interés, mientras que en los créditos hay compromisos de honrar interés más amortizaciones.

Para 2021, se prevé que el Gobierno tenga que pagar $1,188 millones en intereses que equivalen a un incremento de $101 millones si se comparan con los $1,087 millones presupuestados para 2020. Esto equivale a un crecimiento de 8.6 %.

El pago de amortizaciones aumentará $149 millones al llegar a $538 millones, según el pronóstico de Fusades, el crecimiento será del 27.7 % comparado a los $389 millones que se asignaron para honrar dicho compromiso este año.

Esto pone “presión en las cuentas fiscales” pues se estima que el servicio de la deuda represente el 35.6 % de la recaudación neta para 2021. De esto, el 24.5 % corresponderá solo al compromiso de intereses y 11.1 % por amortizaciones.



El pago del servicio de la deuda mostró un incremento “importante” en los últimos años, pero la situación “se complicará en 2021” por el crecimiento sustancial de los préstamos adquiridos este año ante la pandemia, destacó Fusades en un análisis económico sobre el impacto del covid-19 en la liquidez del Gobierno, publicado ayer.

Los datos oficiales del Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Reserva (BCR) indican que el servicio de la deuda del SPNF representó $1,069 millones en 2008, cuando estalló la crisis internacional financiera. En los siguientes años siguió aumentando hasta llegar a $1,882.9 millones en 2019 pero esto se debe al pago de $800 millones en bonos en diciembre de ese ejercicio.

Poco margen con Letes


El Salvador es el cuarto país más endeudado de América, según el Panorama Fiscal publicado en julio por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El nivel de endeudamiento representó el 71.3 % del Producto Interno Bruto (PIB) antes de la pandemia y ahora se prevé que alcance hasta el 94.6 % ante a la emisión de nueva deuda en 2020.

Debido a que el país no logró salir al mercado internacional para emitir bonos, sino hasta julio con una tasa de 9.5 %, el Gobierno se financió durante el primer semestre con la emisión de Letes y dichos recursos sirvieron para pagar el subsidio a las familias afectadas por la crisis.



Fusades reporta que agosto pasado la colocación de Letes llegó a $1,208 millones. La emisión de este instrumento tiene un límite de hasta el 30 % de los ingresos corrientes presupuestados para 2020, es decir, que el Ejecutivo no puede emitir más de $1,566.4 millones.

Significa que el Ejecutivo tiene un espacio para emitir entre septiembre y diciembre de hasta $358.15 millones. Sin embargo, para este período hay vencimientos de $286.67 millones en Letes por lo que, advierte Fusades, si hay roll over el Gobierno solo podrá ocupar $71.48 millones.