El agente Ramírez se ha ganado el aprecio de los residentes del cantón Guadalupe, en el municipio de Zaragoza, departamento de La Libertad, pues además de brindar la seguridad a sus pobladores, se ha dado a la tarea de ayudar a los niños y jóvenes de escasos recursos de la zona de una manera muy particular.

El miembro de la corporación policial, quien día a día se encarga de perseguir a los criminales en esa jurisdicción, combina sus labores con un oficio que, comenta, aprendió de manera particular muchos años atrás: la barbería.

Ramírez cuenta que desde que llegó al cantón vio a varios niños "peluditos", por lo que decidió tomar su máquina y convertirla en parte de su equipo de trabajo mientras realiza los patrullajes en la zona. “Son personas muy pobres”, explica el agente, por eso “decidí llevar mi propia máquina para cortarles el pelo”.

Así, el policía barbero apoya a los niños y jóvenes dándoles un corte de cabello de manera gratuita, evitándoles viajar hasta el puerto de La Libertad, donde tendrían que cancelar entre $2 y $2.50. Es un "dinero que algunas veces no tienen", añade.

Pero el agente no limita su labor altruista a sus patrullajes: en sus días libres corta el cabello en su casa. Precisamente fue ahí donde inició con este gesto humanitario.

Ramírez asegura que no les cobra por el servicio porque "aquí no se trata de eso, sino de ayudar". El agente agregó que espera que el número de beneficiarios aumente próximamente.