El presidente del Coena, Erick Salguero, hizo promesas hoy. Fotografía: Arena.


No privilegiar intereses personales y no dar cabida a malas prácticas en el partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), prometió este lunes el presidente de Consejo Ejecutivo Nacional (Coena), Erick Salguero. En un breve evento, Salguero indicó que el partido tiene un compromiso de promover la honestidad con la población.

Acompañado de varios jóvenes, algunos candidatos a las elecciones de 2021, el presidente del Coena manifestó que en la renovación que ha realizado Arena “habrá cero tolerancia a la corrupción”.

Indicó que los nuevos candidatos que competirán en las elecciones para el 2021 estarán al servicio de la población y no crearán leyes “para unos pocos”.

Arena tuvo dos presidentes, Francisco Flores y Antonio Saca, procesados por hechos de corrupción. Saca fue expulsado de Arena y ha sido cercano a Gana, partido aliado de Nuevas Ideas. El primo del expresidente Saca, Herbert Saca, fue financista de Gana.
Nosotros como Arena no pretendemos tapar el sol con un dedo, sabemos que hay errores pero también tenemos un compromiso y fe con nosotros de que debemos enmendar. Quiero que todos estén convencidos que Alianza Republicana Nacionalista tiene la voluntad de cambiar, tenemos un compromiso con la legalidad, con la honestidad, con las luchas contra de las cosas incorrectas, ya no puede pasar más”. Erick Salguero, presidente del Coena.

El expresidente Saca fue condenado a 12 años de prisión por enriquecimiento ilícito, peculado y lavado de dinero.

Flores, ahora fallecido, estuvo involucrado en el desvío de ayuda de Taiwán por $10 millones, fondos que depositaron en 4 cheques en una cuenta privada del Centro de Estudios Políticos Dr. José Antonio Rodríguez Porth, y que originalmente correspondían a proyectos sociales según el requerimiento fiscal de 2014.

En 2014, la Asamblea Legislativa creó una comisión especial en la cual el expresidente Flores admitió que recibió los fondos de Taiwán personalmente, afirmación que fue comprobada por la correspondiente investigación fiscal que detalló las transferencias en la acusación del caso.

Saca confesó que entre 2004 y 2009 incurrió en los delitos de peculado y lavado de dinero, que armó un plan para apropiarse de los más de $300 millones, que invirtió en sus empresas y adquirió 28 propiedades; como era mucho dinero del que disponía, buscó asesoría para saber qué hacer con el dinero y evitar el rastreo de ese dinero sustraído de forma ilícita de las arcas del Estado.