A seis meses de iniciada la pandemia de coronavirus, el Ejecutivo y los diputados siguen estancados en discusiones sobre las medidas de alivio económico que necesitan las pequeñas y medianas empresas afectadas precisamente por esta situación.

La pandemia nos ha dejado serias secuelas económicas que todos los organismos nacionales e internacionales advierten puede afectarnos en el crecimiento, el empleo, las inversiones y el endeudamiento. De ahí que el Ejecutivo planteó un plan de alivio a las pequeñas y medianas empresas pero en la Asamblea no terminan de avalarlo después de tantos meses.

Ahora la manzana de la discordia es una solicitud del Ejecutivo de aumentar los fondos del subsidio a las planillas de micro, pequeñas y medianas empresas disminuyendo a la vez el dinero destinado al programa de créditos a empresas, algo que los diputados de las fracciones opositoras no respaldan.

Más allá de las disputas legales y de las discrepancias en visiones políticas que tengan Gobierno y oposición, es fundamental que encuentren un camino al acuerdo porque hay demasiado en juego para las empresas afectadas.

Hay que tener como prioridad salvar el mayor número de empleos posibles en el menor tiempo posible también. Seguir discutiendo eternamente quién tiene o no la razón no va a aliviar en nada las profundas necesidades de una economía sumida en su peor crisis en décadas.