La medida más drástica que tomó El Salvador durante el inicio de la pandemia fue el confinamiento. / Archivo DEM.

Desde el pasado mes de diciembre, cuando noticias del Reino Unido anunciaban una nueva variante del coronavirus, cuatro nuevas variantes más han sido descubiertas.


La comunidad científica estudia al momento nuevas variantes en Sudáfrica, Japón, Brasil, y la semana pasada fue anunciada una nueva variante descubierta en el área de la bahía en San Francisco, California.


Hay un alto grado de preocupación en la comunidad científica, y esto debido a que se predice que la variante británica, llamada B.1.1.7, probablemente dominará la circulación del coronavirus en la mayoría de los países a partir de marzo.


Todos los estudios epidemiológicos al momento apuntan a que esta nueva variante del virus es entre 40 y 70% más infecciosa que el virus original.


Aunque la nueva variante no es más mortífera, según explican los expertos, por ser más infecciosa es más peligrosa, ya que al haber un mayor número de casos habrá, sin duda, un mayor número de muertos a nivel mundial, y la necesidad de rediseñar estrategias de contención inclusos más severas que a las utilizadas hasta el momento.


Según el epidemiólogo británico Adam Kucharski, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, “La mayoría de las mutaciones son inocuas, errores aleatorios en el código genético del virus…Pero de vez en cuando surgen algunas que cambian drásticamente la amenaza que enfrentamos. A lo largo de las últimas semanas, los investigadores han detectado tres variantes preocupantes que podrían cambiar la pandemia de 2021. La primera se detectó en 2020. Desató preocupación al propagarse fácilmente a pesar de las restricciones de noviembre, superando a las variantes existentes para convertirse en la dominante en el Reino Unido…Entre un 40 y un 70% más transmisible que las anteriores. Desde entonces, se ha detectado en otros países con patrones consistentes”.


Poco después se detectó otra variante en Sudáfrica que “comparte mutaciones con la del Reino Unido, en particular, un cambio en la proteína que puede ayudar al virus a adherirse a las células más fácilmente, adicionalmente esta variante parece más eficaz para esquivar las respuestas inmunes en los estudios de laboratorio. También se ha detectado otra variante parecida en Brasil. Se sospecha que podría haber otras variantes en Colombia y Perú.


Lo serio, y el por qué estas nuevas mutaciones tienen preocupado a la comunidad científica, es que estas nuevas mutaciones con características compartidas plantean la posibilidad de una “evolución convergente”, con los virus adaptándose independiente a las poblaciones de todo el mundo de manera similar.


Este fenómeno plantea la posibilidad de que para el 2021, el mundo y gobiernos de países tendrían que tomar decisiones urgentes ante una nueva amenaza. ¡Una nueva ola epidémica con un nuevo virus!


Según el Wall Street Journal, en Estados Unidos, la variante británica se convertirá probablemente en dominante durante el mes de marzo. Hasta el 13 de enero, esta variante ha sido identificada en 12 estados de ese país.


El Centro de prevención y Control de enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) y otros organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) están aumentando la vigilancia genómica para detectar mejor los casos de la nueva variante.


Le Monde, periódico francés, también publica titulares diciendo “En Francia, la variante británica podría convertirse en dominante durante el mes de marzo”.


Según los primeros resultados de una investigación realizada en dicho país, la cepa británica ya es responsable de entre el 1% y el 2% de los casos de covid diagnosticados en todo el territorio francés.


Los científicos franceses coinciden en que esta nueva variante del virus será mucho más difícil de controlar. En las próximas semanas, se superpondran dos dinámicas epidémicas: la del antiguo covid y la del nuevo. Las medidas puestas en marcha para controlar el primero no serán suficientes para controlar el segundo.


En El Salvador, la capacidad para realizar vigilancia genómica es muy limitada, por lo que el gobierno haría bien en asumir que la nueva variante podría o estaría por convertirse en la variante dominante, lo que cambiaría todos y cada uno de los criterios para su manejo, so peligro de hundir el país en un caos epidémico.