El estudio advierte que para los peores escenarios se proyecta un déficit de más de 10 mil camas, así como de ucis e intensivistas. / DEM


El peor escenario de la propagación de la pandemia COVID-19 en El Salvador es que 62,710 personas se infecten, 16,926 sean hospitalizadas, 1,089 requieran cuidados intensivos y que 34 mueran de este padecimiento, de acuerdo a un estudio publicado por Fusades y la Universidad Francisco Gavidia.

El informe detalla nueve escenarios en 60 días de pandemia: en el mejor se proyectan 111 infectados, 56 hospitalizados, 8 en cuidados intensivos y 3 fallecidos.

La proyección, advierte el coordinador de la investigación, Óscar Picardo Joao, contrasta con la proyección matemática del Gobierno, que llegaba a 3,145,728 casos, duplicando los casos cada tres días. De acuerdo al estudio, esta última cifra es irreal por las mismas medidas del Gobierno: cierre del aeropuerto, cierre migratorio y albergues.

Roberto Vidrí, médico epidemiólogo salvadoreño, residente en Estados Unidos. / DEM


“Es una cifra que ni los países más densamente poblados ni más envejecidos, como Italia, España, Estados Unidos o China, van a llegar; sobre todo considerando las medidas que ha tomado el propio el Gobierno”, reflexiona.

El coordinador del estudio interpreta que esta proyección era más un mensaje de preocupación a la población, aunque instó a no discutir si son 62,000 o 3 millones, sino a advertir la necesidad de discutir los diferentes modelos y proyecciones para prepararse.

“La respuesta tiene que ser progresiva y con base en un programa”, observa, advirtiendo el déficit hospitalario pero también la presión fiscal del país.

Este es el pronóstico del especialista salvadoreño Roberto Vidrí, residente en Estados Unidos. / DEM


Déficit

Aún con estas cifras, más moderadas que las del Gobierno, el problema es el déficit con el cual podrían enfrentarse los hospitales. El informe concluye que faltan 10,269 camas, 851 ucis y 213 intensivistas para enfrentar el peor escenario, según datos del Ministerio de Salud y del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS).

La proyección asume que hay 1 médico por 6 camas, 1 intensivista por 4 camas, y 1 enfermera por 4 camas, todos trabajando en turnos de 8 horas.



Los investigadores no tuvieron información sobre neumólogos y técnicos de terapia respiratoria disponibles. Además, creen que el Ministerio de Salud podría tener menos de los 37 intensivistas estimados.

De acuerdo al presidente de Fusades, Miguel Ángel Simán, se deben tomar decisiones inteligentes, aprovechando el tiempo que los modelos señalan para tener montada la capacidad hospitalaria.

El informe “El Salvador y el COVID-19: escenarios, proyecciones y recomendaciones para enfrentar la pandemia en El Salvador” fue coordinado por el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), con el aporte de James Humberstone, Javier Cladellas, Óscar Luna, Roberto Vidrí, Helga Cuéllar Marchelli y Óscar Picardo Joao; y con la asesoría de Carlos Castillo Chávez, de Brown University (EE.UU); Carlos Hernández, de la Universidad de Colima (México); y Juan Aparicio, de la Universidad de Salta (Argentina). Fue presentado el sábado en una conferencia virtual.