En 1919, el visionario Bartolomé Poma decidió apostarle a la industria automotriz en un país donde los vehículos en circulación se podían contar con los dedos de la mano, afirma Ricardo Poma, nieto de aquel maestro mecánico español, quien, tras radicar en México y Estados Unidos, decidió asentarse en El Salvador en 1916, buscando mejores oportunidades para su familia.

Un siglo después, el taller de don Bartolomé, B. Poma Limited, es ahora la distribuidora de vehículos Excel, el origen y motor del crecimiento del Grupo Poma, un conglomerado que también tiene negocios en el sector inmobiliario, hotelero e industrial.

“En Francia, aprendió a ensamblar vehículos de manera artesanal, pieza por pieza. Este trabajo estaba reservado para los mecánicos más experimentados, llamados ‘ajustadores’. Mi abuelo Bartolomé era uno de ellos”, señala su nieto. “Mi abuelo estaría orgulloso”, añade el también presidente del Grupo Poma y Excel.

Hoy en día, Excel es el distribuidor líder en Centroamérica. Comercializa más de 30,000 vehículos al año en Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá. Representa en estos países a 14 marcas y genera empleo para 3,540 centroamericanos, quienes laboran en 153 puntos de atención al cliente: 58 salas de ventas de vehículos, 43 sucursales de repuestos y 52 talleres en los que atiende a más de 360,000 autos al año.

 

El hito de Toyota

La audacia de don Bartolomé de apostarle a los vehículos cuando aún era una industria incipiente tuvo su símil varias décadas después, cuando su hijo Luis fijó su atención en un pequeño anuncio que encontró en una revista.

Era de Toyota. La empresa se recuperaba de la Segunda Guerra Mundial y buscaba distribuidores en el extranjero, señala don Ricardo, recordando cómo su padre alcanzó uno de los hitos clave para la empresa. En ese entonces, el hoy gigante japonés apenas producía 1,000 unidades para el mercado japonés y en 1953 El Salvador, a través de Excel, se convirtió en su primer distribuidor en América.

“En 1967, mi padre decidió quedarse solo con Toyota y dejar General Motors”, marca que representaban desde 1938, indica su hijo Ricardo, quien en ese entonces cuestionó esa decisión.

“Pensando en lo que hizo mi abuelo -dice ahora Andrés Poma, director ejecutivo de Excel e hijo de don Ricardo-, fue una decisión sumamente audaz”.

Ya con Ricardo Poma al frente de Excel, la compañía implementa su estrategia multimarcas y decide diversificar su mercando, expandiéndose en Centroamérica. También incursionó en el financiamiento de vehículos con Autofácil.

Además, la compañía avanza en su proceso de digitalización y ya logró que el 10 % de las ventas de vehículos se concreten por los canales digitales, indicó el director ejecutivo de Excel.

Esta historia de empresarios visionarios se resume en la promesa empresarial que acompaña el cambio de imagen lanzado por la empresa para conmemorar sus 100 años de fundación.

Además de renovar su logotipo, Excel ahora se acompaña del lema “Pasión en Movimiento”. La frase, afirma la compañía, resume su objetivo de ser una empresa “visionaria que traspasa fronteras, que innova y cambia las reglas de su industria, que no se conforma, que busca la excelencia, que reinventa sus procesos y que sabe dónde ir”.