¿Quién mejor que Lady Gaga para desafiar, escandalizar y arrancar una sonrisa el lunes por la noche en la famosa gala del Museo Metropolitano de Nueva York?

La actriz y cantante estadounidense no decepcionó y con pestañas doradas kilométricas y una peluca rubio platino, lució no uno sino cuatro atuendos espectaculares, robándose la escena en la mayor fiesta anual de la moda.

El primero fue una suerte de chaqueta-globo aerostático fucsia de Brandon Maxwell con una cola de ocho metros que era sostenida por un cortejo de hombres en tuxedo con paraguas negros. Como una estríper, Lady Gaga se fue transformando en la alfombra rosa hasta que solo quedó en ropa interior negra y brillante, medias de red y vertiginosas botas de plataforma.

La cantante Katy Perry brilló literalmente, con una suerte de vestido-disfraz de candelabro repleto de cristales colgantes.

¿Un enorme disfraz de corazón, o su propia alfombra roja? La estrella del rap Cardi B lució un ajustado vestido carmesí de Thom Browne que acentuaba sus curvas, con 30.000 plumas y brillos en el pecho y una inmensa cola circular tipo acolchado, que requirió más de 2.000 horas de trabajo a 35 personas.

La cantante Janelle Monae sorprendió con una vestido negro, rosa, blanco y rojo que recordaba a una pintura cubista, con un ojo egipcio tapándole un seno y una torre de sombreros superpuestos que parecían a punto de caerse.

Co-anfitriona de la fiesta anual de la moda, Lady Gaga es quizás quien mejor encarnó el tema de la gala este año: el “camp”. Y no estamos hablando de campamentos a la luz de las estrellas.



¿Camp?

Cada año, la gala que reúne a la crema y nata del mundo del entretenimiento, el arte y las finanzas de Estados Unidos se inspira en la exposición más esperada de la primavera boreal en Nueva York, este año titulada “Camp: notas sobre moda”, destinada a financiar la velada.

¿Pero qué es “Camp”?, se preguntan todos. Y nadie sabe a ciencia cierta.

“Camp” es una sensibilidad, una estética exuberante, exagerada, caracterizada por la ironía, el humor, el pastiche, el artificio, la teatralidad y la exageración, resume el Met. El “camp” combina con indiferencia cultura popular y elevada, original y réplica.