Al cierre de esta nota no se conoció el fallo de la audiencia inicial en contra de los 22 acusados. / Cortesía Centro Judicial Isidro Menéndez
El exalcalde de Apopa, José Elías Hernández, habría falsificado ofertas utilizando la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (Lacap), para beneficiar a su esposa María Evelinda Serrano de Hernández, comprándole diferentes suministros que ofrecía a dicha municipalidad, para quedarse con fondos públicos de la comuna indicó ayer la Fiscalía General de la República (FGR).
Durante la audiencia inicial, desarrollada en el Juzgado Segundo de Paz de San Salvador, los fiscales del caso explicaron que el exedil realizaba los procesos de libre gestión en dos modalidades.
La primera fue adjudicando las compras directamente a su esposa porque vendía productos “bonitos”, pero los cheques eran girados a nombres de otras personas porque entregaba Dui de terceros.
Mientras que la segunda modalidad se implementaba a través de convocatorias de libre gestión en el sitio web, en el Sistema Electrónico de Compras Públicas (Comprasal), donde, supuestamente, al menos tres distribuidores (prestanombres) ofrecían diferentes precios a la alcaldía, pero supuestamente Hernández sabía que el precio más bajo lo ofertaba un testaferro que había elegido su compañera de vida.
El Ministerio Público señaló que los procesos eran hechos en línea y los testaferros que recibían los cheques realizaban los cobros en los bancos y posteriormente le entregaban todo el dinero a Serrano de Hernández o le endosaban la boleta de pago para que ella sacará directamente el dinero de los bancos.
Entre los años 2013 y 2016, la alcaldía de Apopa le compró uniformes deportivos a Serrano de Hernández por un total de $186,820 mientras que en el mismo período en venta de refrigerios (galletas, frescos, sodas y panes) para celebraciones la referida comuna canceló $20,283.67.
Asimismo, por la compra de juguetes para navidad y el día del niño, la comuna entregó $49,534 a la esposa de Hernández. La alcaldía también pagó $19,364 por piñatas que compraron a testaferros y por la reparación de vehículos dieron $23,704.29.
Dos de los principales testaferros que obtenían dádivas por ofrecer productos y cobrar cheques fueron identificados como: Miguel Alfaro y Juan Carlos Flores.
