Carlos Rivas, líder del Tabernáculo de Avivamiento. / DEM


Los tres juzgados de paz que estuvieron de turno entre el 18 y 20 de abril no recibieron ningún requerimiento por conducción peligrosa en donde el imputado fuera el pastor Carlos Rivas, detenido la mañana del pasado jueves en supuesto estado de ebriedad, confirmó ayer la Unidad de Prensa del Centro Judicial Isidro Menéndez.

La Fiscalía General de la República (FGR) en ningún momento presentó acusación alguna, pese a que su titular Raúl Melara, en su cuenta de red social, Twitter, criticó que la falta de una prueba de alcotest no debe ser motivo de impunidad.

El funcionario publicó el 20 de abril dos tuits y en uno de ellos afirmó que el pasado viernes “se ordenó iniciar un proceso interno para determinar si el procedimiento realizado se hizo conforme a la Ley. Caso contrario, se deducirá responsabilidades a quien corresponda”.

Al ser consultado sobre el caso, desde el fin de semana en reiteradas ocasiones el director de la Policía, Howard Cotto, confirmó que los agentes que detuvieron al pastor del Tabernáculo de Avivamiento Internacional (TAI) siguieron el procedimiento respectivo, pero que la Fiscalía ordenó ponerlo en libertad.

Cotto dijo que remitieron la captura por conducción peligrosa en menos de ocho horas a la fiscalía, que es el tiempo habitual entre las instituciones.

Según el informe policial, Rivas fue capturado a eso de las 5:30 a.m., en el bulevar Constitución y no quiso someterse a la prueba de alcotest.

“Me toman fotos que es ilegal, yo todavía le digo al hombre que estaba ahí, se imaginan, eran más o menos las cinco y media de la mañana, no había dormido toda la noche, andaba de aquí para allá, y todo lo demás y toman esa foto y se genera la noticia que está”, explicó Carlos Rivas a sus seguidores en una prédica en su iglesia.