La Fiscalía General de la República (FGR) aún no logra determinar si la entrada forzosa de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional Civil (PNC) a la Asamblea Legislativa, constituye o no un delito. Así lo confirmó ayer el fiscal general, Raúl Melara.

“Hoy por hoy es muy apresurado hablar de cometimiento de delito (por irrupción en la Asamblea). En específico se puede hablar de abusos y excesos”, aseguró Melara.

El titular del Ministerio Público se reunió ayer con la junta directiva y la Comisión Política de la Asamblea. En parte, para dar un informe de sus investigaciones, y según diputados, para indagar cómo ingresaron los militares y policías al Salón Azul.

Reynaldo López Cardoza, diputado del PCN y pieza clave por ser el encargado de seguridad del recinto legislativo, no logró reunirse con el fiscal general, reveló a Diario El Mundo. De hecho, aún no ha sido convocado por la Fiscalía para rendir declaraciones: su versión de los hechos del “9-F” se conoce por publicaciones en prensa escrita y la narración oral que hizo a sus compañeros de junta directiva.

Según López, perdió el control de la seguridad durante unas siete horas a manos de la Policía y la Fuerza Armada de El Salvador, que relegó al personal de seguridad institucional de manera violenta, con llamados a derribar el portón del Salón Azul para garantizar el ingreso del presidente Nayib Bukele.

Las pruebas

El jefe de fracción de Arena, Carlos Reyes, aseguró que la Comisión Política de la Asamblea enviará “todo lo que solicite el fiscal” general, especialmente, si se trata de vídeos de cámaras dentro y fuera del hemiciclo.

“Lo que nos dijo el fiscal lo que está pidiendo, son vídeos, (declaraciones) de diputados que estaban acá, y personal de vigilancia”, detalló.

Para Numan Salgado, diputado de Gana que asistió ese día a la convocatoria del presidente, la irrupción del Ejército fue un acto protocolario para resguardar la seguridad del presidente Bukele. “Si no había seguridad de la Asamblea, alguien tenía que garantizarla”, afirmó.

Salgado narró su propia versión de los hechos: los primeros en ingresar al Salón fueron cuatro diputados de Arena, luego, los medios de comunicación “que llegaron hasta los curules de los diputados, cosa que nunca se había visto en la Asamblea”, el Ejército y la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) de la Policía. Sin embargo, en los años noventas los periodistas podían acercarse a los curules de los diputados.

Sobre el despliegue de fuerza, Salgado dijo: “No me corresponde a mí esclarecer el protocolo de seguridad del señor presidente”. Alberto Romero, de la Comisión de Seguridad de la directiva, respaldó a López Cardoza. “Es cierto todo lo que dijo. Me estuvo llamando mientras ocurrían las cosas, que Gana no sea farsante, esta Asamblea se militarizó”, dijo a El Mundo.