Hay momentos buenos y momentos malos. Frank Velásquez después de todos los nubarrones que vivió elevó su nivel de juego para ser el campeón goleador del premundial Costa Rica 2021 y clasificar al mundial de Rusia, sin embargo, pese a saborear los días de gloria en Rávena 2011, pasó tiempos complicados antes de regresar a otra cita mundialista.

Velásquez tocó la cúspide de su carrera al obtener el cuarto puesto con la selección nacional en el mundial Rávena 2011 y batir por 6-5 a la anfitriona Italia para dar la campanada, aunque antes de ese partido, el pívot nacional recordó un momento peculiar ante todos los pronósticos que se atisbaban.

“Italia era favorito para ganar el Mundial y muchos nos daban por eliminados en ese fase. Yo me acuerdo de que estaba en el hotel y ya habíamos comprado los boletos de regreso a casa antes de jugar. Ha sido una alegría y una historia increíble para nosotros. Nos entregamos al 100% y a la gente nunca se le olvidará eso”, recordó.

Además de Italia, El Salvador venció en fase de grupos a Argentina, otra favorita, por 4-3 y la dejó eliminada del mundial. Velásquez logró ganar la Bota y Balón de Bronce adidas. Esta etapa de su carrera no hubiera sido posible si no fuera por su hermano, ya que en 2009 el pívot nacional decidió cambiarse del fútbol 11 al balompié playero en la Barra de Santiago.

“En 2009 nos enseñaron las reglas y en un torneo a nivel nacional quedamos subacampeones, siendo yo el goleador de la competición. Me llamaron a le selección de cara a la eliminatoria de Dubái 2009; éramos 24 jugadores buscando 12 lugares. Lo dejé todo y con 19 años jugué mi primer Mundial”, apuntó Velásquez.

A partir de ahí, Frank participó en los mundiales: Dubái 2009, Rávena 2011 y Tahití 2013. Tras estas justas internacionales, el pívot nacional tuvo ofertas para jugar en Europa, pero surgió un inconveniente que cambiaría sus planes y el curso de su carrera futbolística.

“La vida me dio una lección. La vida siempre tiene alegrías, pero también tristezas. Tuve una lesión de ligamento cruzado, meniscos y cartílago. Pasé un año recuperándome y muchas veces pensé que no iba a volver a jugar. Pero gracias a Dios lo logré. Fue muy duro, pero eso me ayudó para agarrar más entereza”, expresó el jugador de la selecta playera.

“Perdimos mucho de lo que habíamos ganado. La selección estaba en un cambio generacional y eso es muy complicado. Yo desde 2015 no jugaba con la selección. Había tenido unos problemas familiares y me dejaron fuera de las eliminatorias”, añadió.

Velásquez no volvió a estar en una cita mundialista tanto en los procesos eliminatorios hacia Portugal 2015 y Paraguay 2019, el pivot nacional terminó quedando a un paso de acceder a esta justa internacional, mientras que para Bahamas 2017 estuvo ausente por “falta de condiciones físicas”.

Con todos esos problemas, Frank nunca desmayó y siguió entrenando hasta el día de ver otra sonrisa en su rostro y un equipo de la nueva generación, algo que no tardó en llegar para el Premundial 2021 donde alcanzó 11 goles convirtiéndose en máximo goleador del certamen y regresando a una cita mundialista ocho años después.

“Uno nunca tiene que dejar que sus sueños decaigan. En algún momento pensé que no volvería a jugar un Mundial porque todos pensaban que esta generación ya había terminado. Pero tenemos jugadores de gran calidad y lo estamos demostrando. Estamos muy motivados porque vamos a un país de primer mundo donde el fútbol playa es muy profesional”, expresó el pivot nacional.

A través de su experiencia, Velásquez describió a las selecciones que enfrentará El Salvador en Rusia 2021 como Brasil, Bielorrusia y Suiza. “Tenemos que jugar con todo. Las selecciones europeas manejan muy bien la pelota. Suiza tiene jugadores muy importantes como Dejan Stankovic, un histórico del fútbol playa. Bielorrusia lleva dos Mundiales seguidos y qué decir de Brasil: uno desde niño sueña con jugar contra ellos”.