Centroamérica se encamina a reabrir sus economías tras meses de operar al mínimo, un proceso que servirá para que las empresas se reinventen y pongan al centro el bienestar de sus colaboradores.

Este es el principal mensaje de la junta directiva de la Red Integrarse, una alianza de siete organizaciones privadas de Centroamérica y el Caribe que apoya la aplicación de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE). Por parte de El Salvador la representación es liderada por Tomás Regalado Papini, presidente de la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas).

Red Integrarse lanzó esta semana una guía para el retorno de operaciones de las empresas, que incluye medidas de funcionamiento social, indicaciones de bioseguridad y la adaptación de mejores prácticas sociales. Este proceso de reapertura de la actividad económica debe “abrazar la sostenibilidad”, aseguró el presidente de Fundemas, quien estimó que muchas veces las empresas la olvidan cuando se encuentran en momentos de crisis.

La pandemia cambió las formas tradicionales de hacer negocios y de relacionarse, por lo que es indispensable reconocer “el rol social” que juegan las empresas ante una “nueva normalidad” que implica replantear valores que se “necesitan en los liderazgos empresariales”.

Esta reactivación por parte del sector empresarial debe venir acompañada de “muchos cambios en la cultura de cada una de las organizaciones” que refuercen al “colaborador como el centro de todo, manteniendo un monitoreo constante de sus necesidades y detectando a tiempo los cambios y requerimientos que puedan presentarse”, indicó Mario Faraj, vicepresidente de Fundación Hondureña de Responsabilidad Social Empresarial (FundaHRSE).

Las proyecciones económicas y sociales sobre pobreza y desempleo ahora ya son una realidad, indicó Olga Sauma, directora ejecutiva de la Alianza Empresarial para el Desarrollo (AED) de Costa Rica.

La ejecutiva consideró que el restablecimiento de operaciones “debe ir más allá de las necesidades individuales de las empresas” y las compañías deben trabajar en temas sobre justicia social, los derechos humanos, el respecto al medio ambiente, la igualdad y bien común.

Ante esa nueva realidad, a consideración de la ejecutiva, la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) es la guía de las empresas para “no dejar a nadie atrás”. “La insignia de los ODS debe ser la ruta para que esta reactivación económica sea inclusiva, justa, digna que nos lleve a considerar a la población vulnerable”, indicó.