Archivo DEM.


El ciudadano indio Bussa Krishna, quien idolatraba a Donald Trump "como si fuera un dios", murió de un ataque al corazón tras enterarse de que el presidente estadounidense y su esposa Melania habían contraído el coronavirus.

El suceso ocurrió en la casa de Krishna en el estado indio de Telangana. B Vivek, primo del fallecido, contó a Indian Express que la mañana estaba transcurriendo con normalidad, cuando de repente Krishna se desplomó al suelo. En el hospital, los médicos lo declararon muerto y dijeron a los familiares que la causa del fallecimiento fue un paro cardíaco.

Vivek aseguró que la muerte de su primo podría haber estado influenciada por la intensa ansiedad que experimentó tras saber de la enfermedad de su ídolo. "Cayó en una depresión después de enterarse de que Trump había contraído el coronavirus. No estaba comiendo bien", indicó al periódico.

Según el medio, Krishna empezó a adorar a Trump hace aproximadamente cuatro años, presumiblemente después que el líder norteamericano se le apareciera en un sueño. El hombre vestía constantemente camisetas con su retrato y nunca salía de su casa sin su fotografía enmarcada. Hace un año, incluso instaló una estatua del líder estadounidense de casi dos metros de altura en su casa, que se hizo conocida en la ciudad como 'el templo de Trump'.



Después de que la Casa Blanca informara sobre el diagnóstico de la pareja presidencial, Krishna compartió en Facebook una serie de videos en los que deseaba emocionado, a menudo entre lágrimas, una pronta recuperación al mandatario y su esposa.

Según Vivek, reunirse con el presidente de Estados Unidos era el gran sueño de su primo. "Por mucho que estemos tristes de que murió sin encontrarse con Trump ni una sola vez, esperamos que al menos la noticia de su muerte llegue hasta Trump ahora", expresó.

El inquilino de la Casa Blanca confirmó la noche del 2 de octubre que tanto él como Melania habían dado positivo en la prueba de covid-19.

Sin embargo, solo estuvo en el hospital tres días antes de regresar a la Casa Blanca y marcó su regreso a la campaña con un discurso desde el balcón de la Casa Blanca ante cientos de seguidores.

"Me siento genial", dijo sonriente al principio de una aparición de una veintena de minutos.