Los beneficios fiscales que otorga el Estado salvadoreño a personas naturales y empresas le costaron más de $900 millones en 2016, revelan estadísticas del Ministerio de Hacienda. La cartera de Estado cuantifica desde 2009 el gasto tributario, al que define como la pérdida que experimenta en recaudación tributaria por todas las disposiciones especiales que se aplican para reducir las obligaciones de los contribuyentes. Las estimaciones oficiales se enfocan en el Impuesto sobre la Renta (ISR) y el impuesto al valor agregado (IVA).

En 2016, Hacienda dejó de percibir $900.02 millones por incentivos, exenciones y exoneraciones aplicadas a estos dos impuestos, indica el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2018-2028, publicado hace unos meses.

De ese monto, el IVA reportó el mayor gasto tributario con $463.48 millones y los restantes $436.54 millones correspondieron al ISR. El gasto tributario total representó el 3.76 % del Producto Interno Bruto (PIB).

 

Gasto tributario aumentó $172 millones en seis años

Las estadísticas oficiales muestran que entre 2010 y 2016, el gasto tributario creció en 23.76 %, pues aumentó en $172.81 millones durante ese periodo. Hacienda se abstiene de comparar las cifras con los resultados de 2009 porque afirma que el alcance de ese estudio fue menor al de 2010.

El aumento en el gasto tributario se explica por los beneficios fiscales relacionados al ISR, pues en ese periodo incrementaron en $132.36 millones, mientras el del IVA creció en $40.45 millones.

Además de ampliar año con año la información que utiliza para calcular el gasto tributario, lo que permite captar montos que antes no se incluían, Hacienda explica que durante ese periodo se aprobaron varias reformas para relajar las obligaciones de los contribuyentes.

En la ley de lSR, por ejemplo, se introdujo la deducción fija para personas naturales y se derogaron artículos relacionados a las utilidades y dividendos para el socio o accionista.

En el caso del IVA, se aprobó una exención a los aportes que hacen los patronos a los ahorros de pensiones de sus trabajadores. También influyó la decisión de eximir de IVA a los negocios desarrollados por la Lotería Nacional de Beneficiencia (LNB).



¿Son efectivos?

Los incentivos fiscales son medidas tributarias especiales que se aplican para fomentar ciertas actividades económicas y en 2016 el fisco dejó de percibir $308.84 millones en ingresos debido a estas disposiciones. En El Salvador hay posturas encontradas respecto a la efectividad de estos incentivos. El Ministerio de Hacienda defiende la eficacia de estas medidas, argumentando el impacto positivo que generan en el empleo y las exportaciones. Esta opinión la comparte la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), en cambio, ha abogado en varias ocasiones por revisarlos a fondo y mantener solo aquellos de comprobada efectividad. También ha señalado que los empresarios buscan otras condiciones para invertir, como seguridad jurídica, y no incentivos fiscales.