El especialista en desarrollo de software e ingeniería de computación, Andrew Harris, aseguró que por la evolución de la tecnología las empresas requerirán cada vez más a profesionales en programación, nanotecnología e inteligencia artificial, las llamadas carreras del futuro.


Harris es docente de la Universidad de Sydney, en Estados Unidos, y autor de 16 libros sobre desarrollo de software. Durante una visita que realizó a El Salvador para compartir en un foro sobre “las carreras para un futuro brillante en la era digital”, el experto enfatizó que “cada estudiante universitario debe estar alerta a las tendencias en el mercado laboral, no solo en El Salvador, sino en toda la región”.


Harris consideró que las carreras más demandadas en el futuro se relacionarán con la programación, inteligencia artificial, ingeniería y nanotecnología, así como profesiones en genética y las impresiones con tecnología 3D.


Pero, sumó, se requerirán a personas creativas y con capacidad para resolver inconvenientes cotidianos, porque “la inteligencia artificial y la robótica van a resolver problemas mucho más rápido en los próximos años, especialmente en todo lo que sea de análisis”.


En el caso de las profesiones que irán desapareciendo, consideró el experto, serán “todas aquellas lineales que no vayan más allá de lo que se le pide”. En esta tendencia se sumarán “las carreras que tengan que ver con el tema de hospitalidad y servicio porque se estará utilizando a robots que hagan el servicio más ágil y más barato”, agregó.


El experto ejemplificó que el periodismo será de las carreras que menos demanda registrará, ya que los jefes solo llamarán a los profesionales cuando necesiten una información adicional. Los mayores retos para los futuros estudiantes radican en que las universidades y programas de enseñanza superior brindan un contenido superficial y no ahondan en cualidades que se requerirán dentro de las empresas, como la misma programación. “Los líderes deben tener un conocimiento más profundo de esta tecnología y su teoría”, sumó.


Además, comentó que el mayor reto que tienen los países no desarrollados es que los empleados cuentan con un bajo nivel académico y con facilidad pueden ser reemplazados por la automatización. “Aunque la mano de obra sea barata, siempre será mejor reemplazarlo por un robot que será más eficiente y más ágil a la hora de hacer los trabajos”, manifestó.