El Ejecutivo presentó en días recientes el proyecto de presupuesto 2021 y las señales que se ven en el ambiente es que su aprobación legislativa se podría entrampar debido a las discrepancias cada vez mayores entre ambos poderes del Estado.

Es preocupante además la advertencia de la calificadora de riesgo Fitch Ratings que en su último informe, debido al enfrentamiento entre órganos de Estado, es poco probable que se apruebe el presupuesto antes que finalice 2020. La firma también ha advertido que el endeudamiento elevado es un enorme riesgo para el presupuesto.

En medio de todo esto han estado las tensiones políticas debido al retraso en los salarios al Órgano Legislativo así como el atraso en las transferencias del Fodes a las alcaldías del país, lo que la semana pasada causó protestas y bloqueos de carreteras y calles de la capital.

El proyecto de presupuesto general de la nación de 2021 asciende a $7,453.5 millones, con una brecha financiera de $1,342.5 millones. Los legisladores opositores claramente han expresado sus críticas al elevado endeudamiento y a otros aspectos del presupuesto, de manera que es previsible el entrampamiento.

Pero además, en este periodo electoral es preocupante que ninguna de las partes quiera ceder ni buscar entendimientos porque precisamente es parte del juego político, un pensamiento de corto plazo que a la larga perjudica a todo el país y nos pone en un mayor nivel de incertidumbre interna y ante la comunidad internacional.