Documentos de una corte federal de Estados Unidos confirman que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández y algunos de sus asesores más cercanos se encontraban entre los objetivos de una investigación de la Administración para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés), y que concluyeron que no hay indicios de cargos en contra del mandatario hondureño.

Según un artículo publicado por el servicio de noticias de Bloomberg, los documentos fueron presentados el martes en el Distrito Sur de Nueva York como parte de las peticiones previas al juicio en el caso de Juan Antonio Hernández, hermano del mandatario, detenido en 2018 bajo cargos de narcotráfico.

Un documento de julio 2015 revela la existencia de peticiones para obligar a las empresas Apple, Google, Microsoft, Yahoo y AOL a proporcionar información de correos electrónicos, aunque no el contenido de estos, de varias cuentas relacionadas con el mamdatario y allegados.

Un vocero del distrito se negó ayer a comentar si existe la posibilidad de que la DEA tenga datos de correos electrónicos del presidente de Honduras, su hermana, uno de sus asesores más cercanos y el ministro de Seguridad, Julián Pacheco.

“Desde 2013 la DEA ha estado investigando a personas con sede en Honduras y en otros lugares que han participado en actividades a gran escala de tráfico de drogas y lavado de dinero relacionadas con la importación de cocaína a los Estados Unidos”, según el documento firmado por el fiscal federal adjunto Emil J. Bove III.

Una de las nueve personas nombradas como objetivos de la investigación era el presidente Juan Orlando Hernández.

La oficina de prensa del tribunal confirmó que los documentos eran genuinos.

 

Nada en su contra

La presidencia hondureña emitió anche un comunicado en el que asegura que la investigación de la DEA exoneró al presidente Hernández ya en 2017, y que en la actualidad goza de una buena relación con la agencia antidrogas estadounidense.

Acusa a grupos criminales y narcotraficantes de intentar dañar la imagen del presidente que desde 2014, dice, lidera estrategias para desarticular cárteles del narcotráfico.

“El Departamento de Justicia de EE.UU., forzado a investigar señalamientos de traficantes de droga, no encontró evidencias para apoyar la acusación contra el presidente y sus colaboradores”, indica el comunicado, en donde reiteran que los documentos revelados “no contienen ningún antecedente de vinculación del presidente Hernández o sus funcionarios con el narcotráfico”.

 

La DEA se fijó en “Tony” Hernández

En 2018 las autoridades concentraron su atención en el excongresista hondureño de 40 años, José Antonio Hernández, hermano del presidente de Honduras.

Lo acusaron de importar paquetes de cocaína estampados con sus iniciales y de proteger “cargas de toneladas múltiples” de envíos de cocaína mediante el pago de sobornos a funcionarios locales y la organización de “seguridad con ametralladoras”, incluida la policía hondureña, según describe una publicación de la cadena Univision.

La acusación formal alega que Hernández estuvo involucrado “en el procesamiento, recepción, transporte y distribución” de la cocaína que llegó a Honduras a través de aviones, buques rápidos y, en al menos una ocasión, un submarino.

“Tony” Hernández fue capturado en Miami, en noviembre de 2018.