El valor monetario de las exportaciones de café salvadoreño al término de 2018 fue el tercero más bajo en una década, según datos del Banco Central de Reserva (BCR), que revelan una caída de $7.5 millones respecto a 2017.

Al cierre de 2018, las exportaciones de café representaron $113.40 millones, equivalente a una reducción del 6.6 % frente a los $120.94 millones reportados en 2017. Las estadísticas del BCR indican que los ingresos generados por la venta al exterior de los productos de la industria cafetera fueron los terceros más bajos en una década.

Los valores económicos más bajos desde 2008 se observaron en 2014 con un flujo exportado de $110.60 millones, seguido de 2016 con un ingreso de $109.42 millones. Hace diez años, según el BCR, las exportaciones de café representaban un ingreso al sector de $258.72 millones.

Las exportaciones en volumen, por su parte, mostraron un crecimiento anual del 7.7 % al sumar 35.18 millones de kilogramos enviados al mercado exterior, equivale a 2.53 millones adicionales frente a lo 32.64 millones de kilogramos de 2017.

Aunque las exportaciones en términos de volumen muestran un incremento, siguen por abajo de los valores reportados previo a la crisis de la roya de 2012, ese año el sector registró un flujo comercial de 66.72 millones de kilogramos.

El incremento en volumen de café exportado frente a una reducción de los ingresos económico responde a la grave caída de los precios internacional a niveles no vistos desde 2006, misma que ha sido catalogada como “dramática” por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG).



Prevén crisis humanitaria

“Viene una crisis humanitaria en la zona cafetalera” si el sector continúa con los bajos precios internacionales, la inseguridad y la paulatina desaparición de los pequeños productores, advirtió Ricardo Esmahan, director ejecutivo de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé).

“Todas las fincas de bajío han desparecido, las fincas de media altura y los pequeños productores están desapareciendo porque no tienen acceso a financiamiento. Así como están los precios hay problemas para sacarlos adelante”, comentó.

Esmahan enfatizó que el nuevo Gobierno “tiene que tomar esto en cuenta”, de lo contrario “viene una crisis en las seis cordilleras cafetaleras”. Aseguró que la próxima administración del Ejecutivo “tiene la oportunidad” de seguir una ruta de trabajo enfocada en financiamiento para la renovación de plantaciones e investigación y asistencia técnica.

Además de facilitar el ingreso al mercado internacional, fortalecer la institucionalidad y garantizar la seguridad ciudadana. “Esto es lo que yo le propondría al nuevo Gobierno para que lo tenga en cuesta. Es el reto”, manifestó.