La Copa América disputada en Brasil, con triunfo final para la Seleçao, supuso una nueva decepción para Lionel Messi, que sigue persiguiendo un primer título con la Albiceleste desde que debutó en 2005.

Una de las imágenes que dejó el torneo sudamericano se produjo en el partido por el tercer puesto que disputaron Argentina y Chile en Sao Paulo: en el minuto 35, Messi y Gary Medel fueron expulsados por un forcejeo tras una pugna por un balón que se perdía por la línea de fondo.

Aún caliente por la actuación arbitral en la semifinal perdida ante Brasil, Messi cargó duramente contra la Conmebol: "Nosotros no tenemos que ser parte de esta corrupción, de esta falta de respeto que se nos hizo en esta Copa", lanzó un Messi que se pareció más que nunca al volcánico Diego Maradona.

"Lamentablemente, la corrupción, los árbitros y todo eso no permite que la gente disfrute del fútbol", añadió un Messi al que no le consoló la victoria por 2-1 frente a la Roja.

La segunda expulsión de su carrera, la primera fue en el debut con la Albiceleste en Hungría en 2005 en un amistoso, se saldó con una sanción de tres meses y 50.000 dólares de multa para Messi.