Xun Zi, un filósofo chino, dijo hace miles de años: “Si no acumulas pequeños pasos, no serás capaz de alcanzar remotos lugares; si no acumulas pequeños arroyos, no serás capaz de formar ríos ni mares”. Esta frase me suena particularmente relevante en estos tiempos de COVID. Sin una vacuna ni tratamiento contra la pandemia, nuestra práctica diaria, impuesta de una manera estricta es nuestra única solución.


La historia que el virus escribe nos está diciendo que no podemos bajar los brazos. Y para muestra un botón. Portugal, la estrella europea al inicio de la pandemia, bajo los brazos y hoy experimenta un repunte. Nueva Zelanda, se anunció como libre del COVID, y hoy tiene un repunte. Texas, levantó tempranamente sus restricciones, y hoy tiene un repunte. El virus nos grita, no se puede bajar los brazos.


Todavía existen personas, incluso en mi familia, que dicen y piensan que esto es un invento del dinero para controlarnos…Es una pandemia, ¡estúpido!


Y otros, se pasan la vida en dilemas existencialistas debatiendo falsas dicotomías: cerrado versus abierto, salud vs economía, mascarilla vs no mascarilla, catarro vs enfermedad mortal…Es una pandemia, ¡estúpido!


De acuerdo con nuevos estudios, si yo estoy en contacto con alguien infectado por el virus, tengo una probabilidad del 50 % de adquirir la infección. ¿Pero cómo sé que alguien está infectado, y así poder evitar a esa persona? La probabilidad de desarrollar síntomas a la infección se incrementa con la edad. Así, entre personas menores de 20 años, 18 de 100 desarrollaron síntomas, aunque estuviesen infectadas con el virus, al contrario, personas mayores de 80 años, 65 de cada 100 desarrollaron síntomas.


Varios estudios están encontrando que la mayoría de infectados no presentan síntomas. Un estudio reciente reporta que 74 de cada 100 infectados menores de 60 años, no desarrollaron síntomas. O sea que estamos encontrando que la transmisión del virus está siendo liderada por personas jóvenes asintomáticas, que a simple vista parecen sanas. Y si yo platico con una de estas personas jóvenes, tengo un riesgo del 50 % de adquirir la infección. En suma, que la mayoría de infectados en nuestro país son menores de 60 y no saben ni sabemos que tienen el virus. Y me dicen por ahí que no meta miedo.


Por eso es por lo que esta pandemia es tan difícil de controlar. Y por eso es por lo que la práctica de los pequeños pasos es tan importante para poder mantener nuestra salud. ¿Y cuáles son esos pequeños pasos? Todos los pequeños pasos están encerrados en la fórmula mágica: MMD + PAC. La primera “M” corresponde a “mascarilla”. El uso de mascarilla, cuando estamos en contacto con otras personas que no son de nuestro núcleo familiar, según estudios sistemáticos, nos protege en 15 % de infectarnos con el virus. Y el uso de la mascarilla no solo protege al usuario de la mascarilla, sino también protege a las personas alrededor del usuario. Por ello es importante que nosotros también exijamos a las personas de nuestro entorno que utilicen mascarillas, así duplicamos la protección.


La segunda “M” corresponde al lavado de manos frecuente con agua y jabón por 20 segundos o más, ha demostrado que no solo reduce la infección del virus de la influenza o gripe, sino también del coronavirus.


La letra “D” corresponde al distanciamiento físico. Un distanciamiento de 2 o más metros, nos protege en más del 15 % de adquirir la infección cuando en contacto con una persona que aloja al virus, con o sin síntomas. MMD para la protección personal.


A esta protección personal le agregamos la otra parte de la fórmula, y que es responsabilidad del gobierno y ministerio de Salud. Porque como ya lo hemos predicado anteriormente, la lucha contra el virus es una lucha compartida, es una lucha de todos. Y esta segunda parte de la fórmula es el PAC.


La letra “P” corresponde a la aplicación a gran escala de pruebas, la famosa PCR. Para romper las cadenas de transmisión del virus, necesitamos saber los lugares, colonias, municipios, departamentos donde está circulando, Y la única manera de encontrarlo es a través de la implementación masiva de pruebas.


La segunda letra “A” corresponde a aislamiento. Una vez identificada la persona infectada, con síntomas o sin ellos, tenemos que separar esa persona de la circulación social por dos semanas al menos. Y así evitar que siga infectando otras personas.


Y la tercera letra “C” corresponde a contactos y cuarentena. El seguimiento de los contactos también es importante para poder romper la cadena de transmisión. Esta es la fórmula para contener al virus. Esta es la estrategia que, adaptada y localizada, y que, implementada por todos, nos sacara de este embrollo masivo. Paso a pasito, llegará el momento para de nuevo visitar El Cuco y su paraíso.