El país ya reporta casi cinco mil casos de contagio por coronavirus y más de un centenar de fallecidos por Covid-19 y en medio de la evidente crisis sanitaria que vivimos, es impresionante cómo el Órgano Ejecutivo y la Asamblea Legislativa han sido incapaces de alcanzar un acuerdo para el establecimiento de un marco legal sobre el manejo de la pandemia.

El presidente de la República llamó el fin de semana a la Sala de lo Constitucional y a la Asamblea Legislativa a que le devuelvan las facultades que supuestamente le han sido retiradas. Los diputados ha respondido que no pueden devolverle facultades que la Constitución no le da y lo han llamado a no vetar el último decreto de emergencia aprobado por el parlamento.
El Ejecutivo no ha solicitado un nuevo decreto de emergencia y ha vetado los aprobados por el Legislativo. La Sala declaró inconstitucionales una serie de decretos ejecutivos por violar derechos ciudadanos y porque le corresponde a la Asamblea aprobarlos, no al Ejecutivo. Así es el marco constitucional del país, el sistema de pesos y contrapesos, el equilibrio de poderes de la República.

Por eso es necesario alcanzar acuerdos serios y sostenibles dentro del marco constitucional, dentro del Estado de Derecho. Seguir peleándose así no beneficia a nadie y daña significativamente la imagen del país ante los inversionistas y cooperantes extranjeros. Todas las partes deben hacer un esfuerzo y comprometerse a cruzar puentes por el beneficio de todos los salvadoreños.