El juicio en contra de Mario Alberto Huezo Portillo, esposo y asesino de la periodista de La Prensa Gráfica, Karla Turcios, ha determinado que el hijo de ambos fue torturado al presenciar el asesinato de su madre.

Durante la lectura del fallo, la jueza Especializada de Sentencia para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer, señala que el menor de siete años, además de estar presente cuando Huezo perpetró el crimen, también fue obligado a cargar y tirar el cuerpo de su progenitora.

“Es el acto más inhumano de tortura someter a un hijo a cargar el cadáver, y someter a tirarlo. Solamente imaginarse el dolor de someterlo a una tortura de presenciar el feminicidio y tirarlo a la calle es el acto más misógino hacia una mujer”, asevera la jueza con voz entrecortada mientras juzga el hecho.

Según las pruebas presentadas por la Fiscalía General de la República (FGR), la tortura al niño fue comprobada a través de un estudio neurológico que indica que el infante estaba alterado y tenía terror nocturno, luego de observar que un hombre adulto realizaba terapia de cosquillas a niñas que conviven en un centro de atención para niños con autismo, condición del hijo de Karla.

 

Las pruebas

La Fiscalía también comprobó que el menor de edad estaba en el automóvil con Huezo, en el recorrido hasta el kilómetro 92 de la Longitudinal del Norte, en jurisdicción de Santa Rosa Guachipilín, Santa Ana, debido a que una cámara captó la imagen de la camiseta que vestía el menor cuando transitaban en esa zona y días después, esa camiseta fue encontrada en la casa de la periodista cuando realizaron un allanamiento.

La juzgadora también valoró que la activación de antenas telefónicas, que fue presentada como prueba digital por el Ministerio Público Fiscal, ubicaron el día 14 de abril de 2018, a Huezo en al menos cinco puntos del camino que siguió desde la vivienda que el imputado compartía con Turcios en la colonia Costa Rica, de San Salvador, hasta Santa Rosa Guachipilín.

Asimismo, la señal del celular de Huezo fue ubicada cuando transitaba cerca del mercado Belloso, de la capital, donde un albañil que laboraba en la zona encontró el documento único de identidad de la periodista y se lo dio a su jefe, quien lo entregó a las autoridades.

“En el análisis aparecen los rastros del celular de Mario Huezo cerca del mercado Belloso cuando regresaba del lugar donde dejó a Karla Turcios, se estableció que tuvieron la misma ruta y en ningún momento (la defensa) determinó que a él le robaron el celular o que no lo tuviera”, aseveró la juzgadora.

Agregó que “le llamaba la atención” que el imputado asegurara que la última vez que vio a la víctima, dijera que ella solo portaba el dui y su teléfono y que en su casa encontraran la cartera con objetos de valor. Otra evidencia que lo implica en el asesinato son las cámaras de videovigilancia que captaron a Huezo en la carretera, y las placas del vehículo Hyundai negro que conducía.

La jueza señaló que otra prueba contundente es que cuando un perito pidió al acusado inspeccionar el vehículo, se le cayó una nota que decía “Adiós a su hija Lic. Perro” pero que tenía una letra extra.

Huezo pagará su condena en el penal La Esperanza, conocido como Mariona, confirmó Centros Penales. / Juan Carlos Villafranco


Y esta nota coincidía con el escrito encontrado en la vivienda de Turcios, cuando se denunció la desaparición de la periodista. “Trató de meter la actividad del padre para involucrarlo y confundirlo psicológicamente y que no pusiera una denuncia”.

De acuerdo al juzgado el imputado habría intentado utilizar los medios de comunicación para desvirtuar la investigación, al denunciar la desaparición de Karla Turcios.

En el fallo se reveló una autopsia psicológica realizada por un especialista del Instituto de Medicina Legal (IML). Estableció que Mario Huezo era una persona pasivo agresiva y que reaccionaba “mal” ante estímulos negativos.

 

¿Por qué la mató?

Asimismo durante las investigaciones se determinó que Karla Turcios estaba sometida a una relación de poder respecto a Huezo, debido a los problemas económicos que había en el hogar.

Según el padre de la víctima, Demetrio Turcios, días antes que el procesado asesinara a Karla habían discutido por las deudas, “cada15 y 30 del mes había pleitos por pagos de recibos”. La víctima era la única que trabajaba de los dos, y eso era recriminado por ella.

A la prensa reiteró su inocencia y dijo que no es el último paso en el proceso. / Juan Carlos Villafranco


La representación fiscal indicó que Huezo golpeó a Turcios en la parte frontal de su cabeza, esto ocasionó que quedara inconsciente e indefensa para posteriormente estrangularla.

Luego del crimen le colocó una bolsa en la cabeza para que no manchara con sangre el automóvil y fue a abandonar su cadáver.

Mario Huezo, tras conocer que pagará una pena de 50 años de prisión por el delito de feminicidio agravado, sostuvo que es inocente. “Yo soy inocente, este tribunal yo sabía de antemano que venía perdiendo, se ha hecho lo que se ha podido”, dijo el condenado.

Y añadió que no “le quita el sueño” pensar en qué va a pasar con su hijo, “para la jueza soy el peor monstruo del mundo, entre mis prioridades desde que nació toda la vida ha sido mi hijo así era para Karla también”.