Medios estadounidenses revelaban esta semana la horrible tragedia de 545 niños migrantes -el 60 % proveniente de Centroamérica- que fueron separados de sus padres en Estados Unidos tras haber cruzado ilegalmente la frontera y no han podido ser localizados, según organizaciones defensoras de derechos humanos.

La denuncia es preocupante. Las políticas migratorias de la administración Trump han traído un profundo impacto en la separación de familias migrantes, pero no se conocía que niños menores de edad quedaran a la deriva en Estados Unidos sin que sus padres conozcan su paradero.

Aunque aún no se tiene certeza de la cantidad de niños salvadoreños en esta situación, con uno solo caso que fuera, nuestro Gobierno debería agotar todos los esfuerzos para reunificar a esos niños con sus padres y aprovechar las revelaciones noticiosas que están saliendo en los medios estadounidenses.

En el 2018, 4,949 niños salvadoreños fueron detenidos en la frontera sur de Estados Unidos, el siguiente año, el número de menores no acompañados salvadoreños fue de 12,021; mientras que al cierre del años fiscal de 2020, 2,189 niños salvadoreños fueron detenidos en la frontera sur.

La administración Trump empezó a separar a niños de sus padres en mayo de 2018, lo que desató críticas dentro y fuera del país. Lo grave es que según la cadena estadounidense NBC, los niños que aún están sin sus padres fueron separados desde 2017 como parte de un programa piloto anterior a la política de tolerancia cero, y fueron deportados. Una corte ordenó al gobierno en 2018 reunir a las familias separadas pero estos 545 niños son una muestra que poco se hizo al respecto.