El Salvador se ha enfrentado en los últimos 90 años a cuatro grandes depresiones y recesiones económicas, y se espera que la crisis generada por la pandemia del covid-19 ocasione una caída muy similar a cómo ocurrió cuando el país se encontraba en guerra.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) actualizó la semana pasada su perspectiva económica para El Salvador y anticipa que la turbulencia generada por la pandemia del covid-19 lastrará la economía a una contracción del -9 % en 2020. El escenario es incluso peor al oficial del Gobierno que espera una caída entre el -6.5 % y -8.5 %.

Pedro Argumento, economista de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), recuerda que toda economía se mueve en ciclos de expansión (períodos prolongados) y recesión (cortos que pueden agudizarse y volverse depresiones).

El escenario previsto por el FMI apunta a que la pandemia del covid-19 ocasionará que la economía sufra una caída en términos porcentuales muy similar a la depresión de 1980; pero esto no significa que el PIB quedará en niveles de hace 40 años, pues desde entonces el tamaño de la economía se ha duplicado.

Lo que ocurrirá con la caída del -9 % es que el tamaño de la economía llegue a niveles de hace cinco años pues espera que el PIB sea de $23,154 millones al cierre de 2020, una cifra muy similar a los $23,135 millones de 2015. El FMI, en tanto, espera que el país recupere sus niveles de producción previo a la pandemia hasta 2023.

Mayor golpe: -11.6 %.


La mayor crisis económica que ha enfrentado El Salvador es la Gran Depresión de 1930. Esta se originó en Estados Unidos, tras una abrupta caída de las acciones de las empresas en la Bolsa de Valores de Nueva York en octubre de 1929. El pánico financiero se extendió de inmediato en los bancos estadounidenses y de Europa, países que redujeron sus compras exteriores.

Si bien en esos momentos El Salvador no estaba tan globalizado como en la actualidad, comenzó a resentir la crisis cuando se cayeron las exportaciones de café que representaban más del 90 %. En esa década, el ciclo económico estaba muy ligado a la caficultura, por lo tanto, una contracción del sector se extendía al resto del tejido productivo.

Citando datos de Maddison Project, un programa de estadísticas históricas de varios países del mundo, Argumedo recuerda que El Salvador sufrió un desplome de su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita -el PIB dividido entre la población- de -11.6 % en 1931 y de -10.90 % en 1932.

La crisis generó un descontento social que se juntó a los sucesos políticos con el golpe de Estado dirigido por el Ejército para llevar al poder a Maximiliano Hernández Martínez. Todo en conjunto desató el levantamiento campesino en 1932, que culminó con la muerte de unas 30,000 personas.
La experiencia de la depresión ayudó a forjar un consenso de que el gobierno tiene la importante responsabilidad de estabilizar la economía”.
Pedro Argumedo
Economista de Fusades

Conflicto y covid.


La segunda gran depresión en El Salvador ocurrió entre 1979 y 1983 producto del conflicto interno que dejó a más de 75,000 muertos. Argumedo recuerda que para ese período la economía salvadoreña pasó cinco años con fuertes caídas siendo la más pronunciada en 1980 con un desplome de -9.86 % del PIB per cápita.

Tras los 12 años del conflicto y el cierre del ciclo de gobiernos militares, El Salvador entró en una fase de crecimiento impulsado por la puesta en operaciones de la capacidad productiva que se encontraba inoperativa. Tres décadas después, el país sufrió un nuevo ciclo de estrés en 2008 por la crisis financiera en Estados Unidos, que se hizo sentir en 2009 con una caída del -2.1 % del PIB real.

Crisis económicas antes del covid



  • 1930: Depresión. Producto de la contracción de Estados Unidos y Europa, se cayeron las exportaciones del café que mantenían la economía local.

  • 1980. Depresión. El país sufrió abruptas caídas económicas con el estallido de la guerra civil. El asesinato de Mons. Romero aceleró el conflicto.

  • 2009. Crisis. Comenzó en Estados Unidos cuando el banco Lehman Brothers se declaró en bancarrota. El sistema financiero colapsó.




La economía salvadoreña se mantuvo con bajo crecimiento económico desde 2009 y se esperaba que en 2020 la dinámica cambiara por mayores expectativas de inversión privada. Pero en marzo pasado, el país, al igual que el resto de mundo, entró en una crisis sanitaria y económica por el covid-19.

Se decretó confinamiento, empresas cerraron operaciones temporales y, en la medida que la cuarentena se extendió, los despidos de trabajadores se incrementaron y el consumo cayó a nivel de exportaciones y nacional. Solo en el segundo trimestre del año, el PIB se contrajo -19.2 % y se prevé que en el tercero haya una caída cercana al -10 %.

Óscar Cabrera, expresidente del Banco Central de Reserva (BCR), considera que la caída en el consumo de este año es muy parecida a los niveles de recesión de 1980. “Creo que no es comparable con la crisis del 2009 porque fue más de índole financiera, no de salud pública, y no hubo un cierre de la actividad económica como sí lo hubo en la actual pandemia”, indicó.


Yo creo que la caída en la actividad económica (de 2020) se parece a la recesión que sufrió El Salvador en 1980, que fue originado por la guerra civil”.
Óscar Cabrera
Presidente de Fudecen

Radiografía de los indicadores


La cuarentena decretada por el Gobierno se emitió en marzo y se extendió hasta agosto. Durante ese período, los principales indicadores de la economía sufrieron un fuerte deterioro.

Remesas. Recuperación de decrecimiento. Crecieron 0.8 % a septiembre tras seis meses de mostrar una caída acumulada. Suman $4,188.1 millones, $31.2 millones adicionales a 2019.

Comercio. Continúa en caída: Las exportaciones entre enero y septiembre acumulan una caída de -21.2 % a septiembre pasado con un ingreso de $3,578.2 millones.

Empleo. Despidos y reducción de Cotización: La crisis económica provocó la pérdida de 72,173 empleos en el sector privado entre febrero y julio de 2020, según el ISSS.

Salarios. Ingresos de salvadoreños: Se calcula que los salarios cotizantes del ISSS cayeron hasta 6 % desde que comenzó la pandemia debido a reducción de horas laborales o bajas salariales.

Pobreza. Más precariedad de hogares. La mitad de la población de El Salvador quedaría en pobreza por la pandemia del covid-19, unos 1.53 millones de hogares.