Los rostros de tristeza y desesperanza entre los pacientes que se encuentran en el servicio de emergencias del Hospital Nacional General “Dr. Juan José Fernández”, en la colonia Zacamil, son notorios no solo entre los pacientes que llegan con problemas de gravedad, sino también en aquellos que están a la espera de una camilla para ser ingresados.

El hedor de las heces y el alcohol se mezclan en el servicio de emergencias con la misma facilidad que el alfarero moldea al barro. Un olor particular respiran muchos enfermos mientras los cansados doctores corren o caminan por el pasillo.

Rosario Alfaro (nombre ficticio), llegó el pasado martes al nosocomio, lleva dos noches de estar respirando esa fusión particular y su tristeza es obvia, aunque su enfermedad no es compleja; sin embargo, la espera para ser ingresada la tiene un poco cansada.

Al igual que Alfaro, ayer había otros pacientes esperando una camilla para pasar al área de ingreso. Personas que hacen limpieza comentaban que “en los días más llenos de pacientes uno ni cabe”, mientras pasaban la escoba por el piso rojo donde más de alguno se había sentado o acostado.

El principal problema, según señalaron los pacientes, es que no pueden ser ingresados por falta de camillas, un argumento que también fue sostenido por parte del personal al interior del nosocomio.

Pero además de la falta de camillas que tiene a algunos pacientes desesperados, el hospital Zacamil enfrenta otra situación desde diciembre de 2019: no se está operando a las personas que tenían programada su intervención desde algunos meses atrás.

Milton Brizuela, presidente del Colegio Médico, afirmó a Diario El Mundo que debido a la remodelación de los quirófanos (que empezó en diciembre pasado) no se están realizando operaciones en el nosocomio.

“Aún siguen suspendidas (las cirugías) porque la remodelación, que supuestamente iba a durar solo diciembre, todavía no se ha culminado y nos han dicho que no tiene fecha definida de cuándo va a terminar y vamos a empezar a operar”, dijo.

El galeno indicó que “no ha existido planificación para eso” y señaló que el mayor problema es que “a los enfermos se les están venciendo sus evaluaciones preoperatorias”, lo que significa que para que sean operados aquellos que ya tenían programada su cirugía con meses de anticipación (para diciembre y enero) deberán someterse a exámenes nuevamente y volver a ser evaluados.

Al consultar la situación con el Ministerio de Salud (Minsal), la cartera de Estado respondió que “se está validando la base de datos de los pacientes pendientes de operación” y con esa base “se organizarán jornadas de cirugías para operar de forma extraordinaria los fines de semana y horarios nocturnos”, y señaló que ambas medidas “iniciarán lo más pronto posible para resolverle a los pacientes”.

Esperan que la próxima semana terminen las reparaciones de los quirófanos. Mientras tanto, algunos salen molestos o frustrados al saber la suspensión de su cirugía.