Desde hace tiempo, FC Barcelona y Real Madrid dejaron de ser esos dos equipos inaccesibles que arrasaban a su paso a todos los equipos de LaLiga​ con suma facilidad. El conjunto culé acumula numerosos tropiezos sonados a lo largo del último año y medio y los blancos, con un juego igual de poco convincente, levantaron la última Liga a base de victorias por la mínima y ‘ayudas’ del VAR.

Este fin de semana, se confirmó que el Clásico del próximo sábado tendrá mucho más que tres puntos en juego. Ambos equipos, que perdieron sus respectivos partidos contra Getafe y Cádiz, llegan muy necesitados al duelo y no solamente para escalar posiciones en el arranque de Liga más igualado de los últimos tiempos, sino también para ganar la fuerza moral que están perdiendo en su irregular trayectoria.

Es cierto que había el traicionero ‘Virus FIFA’ de por medio, pero no hay excusa. El Real Madrid hizo un partido calamitoso contra un Cádiz que, de tener más puntería, hubiese podido golear. El FC Barcelona, por su parte, desaprovechó claras ocasiones en el primer tiempo y salió totalmente desconectado en el segundo, lo que acabó costando un gol y los tres puntos. Dos partidos que invitan a la reflexión y que dejan muchas dudas a Ronald Koeman y Zinedine Zidane.

Pero las dudas no llegan solamente en cuanto a la incinsistencia de ambos equipos, sino en cuanto al estado en el que llegan algunos jugadores. Jordi Alba, lesionado en los isquiotibiales, es seria duda para el Clásico, mientras que Marc-André ter Stegen está prácticamente descartado. En el Real Madrid, serán baja Dani Carvajal, Martin Odegaard y Eden Hazard, mientras que Sergio Ramos no pudo acabar el duelo contra el Cádiz por un golpe en la rodilla y también es duda.

 

Más dudas

No solamente hay dudas respecto a las lesiones, sino también en el rendimiento de algunos jugadores que deben ser importantes pero que no acaban de cuajar. En el FC Barcelona, los máximos exponentes de ello son Antoine Griezmann y Frenkie de Jong, que han pasado de ser los fichajes ‘galácticos’ de 2019 a presentar un nivel gris que podría llevarles al banquillo en el Clásico del Camp Nou.