En todo proceso electoral se presentan diferentes grupos etarios dentro de la población, uno de ellos son los jóvenes comprendidos de los 18 a los 30 años de edad, en los cuales está la dinámica de construir un país que les brinde oportunidades de desarrollo sin salir de él, pues se han dado cuenta que lo hecho por generaciones antecesoras no permitido salir del subdesarrollo.

Según el Diagnóstico de Migración, Juventud y Desarrollo se observa que los más dispuestos a migrar son los jóvenes entre 18 y 20 años de edad con un 30%, los jóvenes entre 21 a 23 y de 24 a 26 años con el 13% y 11%; y los grupos con menor disponibilidad a irse son los de 27 a 29 con el 6%, con el objetivo buscar una mejor calidad de vida y muchos de ellos una vez fuera no muestran ningún tipo de interés en el sufragio, (situación que no es exclusiva de El Salvador) como el mismo TSE informara en el 2019, es claro que este grupo poblacional con una renovada visión social pero que vienen cargando con un lastre de una no renovada política de país hasta ese momento, no pretendían poner sus sueños, ideales o aspiraciones en los tradicionales partidos políticos que por años genero un bipartidismo marcado por un polarización de la misma.

Es importante analizar uno de los factores que lleva a que este sector poblacional muestre apatía por un proceso electoral como las próximas elecciones legislativas y municipales donde de conformidad a los datos del RNPN se espera que un aproximado de 89,840 jóvenes de los cuales 45,380 deben realizar un proceso anticipado de la obtención de su DUI, que entre otros derechos le permite poder ejercer el sufragio; lo cual nos obliga a buscar razones que imposibilitan la participación en dichos procesos democráticos, ya que no solo se trata de una simple apatía a los mismos, sino también obedece entre otros a un factor de desconocimiento sobre los requisitos para la obtención y plazos del DUI que es el documento único y necesario para poder materializar el ejercicio del voto, citando información del TSE y los datos de la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2018, que muestra que en los municipios de mayor índice de analfabetismo y recepción de remesas la participación en el reciente proceso electoral fue mínima, no así en los Municipios de San Salvador y San Miguel, con lo que se ve fortalecida la hipótesis de que no solo se trata de una falta de interés, sino también a una falta de información o conocimiento.

Sin embargo, cabe resaltar que con la llegada de un nuevo gobierno lejano a las ya acostumbradas y tradicionales formas de hacer política, desde enero hasta antes del cierre de los Centros de Emisión de DUI, por la Pandemia, la cantidad de DUIs tramitados por jóvenes comparada con otros años es mucho mayor, entregando en 76 días más de 15,000 DUIS a jóvenes, la cual no está directamente relacionada con el interés de estos de ejercer el sufragio, sin embargo ese crecimiento pareciera reflejar que los jóvenes están recuperando en este periodo la credibilidad en el sistema de partidos políticos al sentir que existen espacios para ellos, que existe una representación de sus inquietudes, metas y prioridades, lo que se ve reflejado en una mayor participación en el “voto pasivo”, es decir en su derecho de presentarse como candidatos en el futuro proceso electoral como representantes de sus municipios, con la certeza de que son y pueden ser parte de la solución a los problemas que les interesa, creándose este ultimo año un ambiente alentador y de compromiso cívico en los jóvenes ya que como se menciona en la Guía de Buenas Practicas “Mejorando la participación Política de la Juventud a lo largo del Ciclo Electoral” del PNUD, es “…beneficiosa la intervención para jóvenes que son guiados por los mismos jóvenes..”.

Dándose en nuestro país un paso importante en la remoción de barreras para su participación, aún falta mucho por hacer, pero desde la trinchera que nos corresponde debemos informar, formar y concientizar a nuestros jóvenes de la importancia de su participación en los procesos democráticos, y que los cambios se pueden lograr no solo como meros observadores, sino que ellos tienen derecho a elegir y ser elegidos.