Sin duda, "cuando se quiere, se puede", ejemplo de ello es Joao Maia que no ha dejado de hacer lo que más le gusta solo por no ver.

El fotógrafo, que se encuentra cubriendo los Juegos Paralímpicos de Río 2016, perdió la visión en ambos ojos a los 28 años por una uveítis. Eso sí, solo distingue algunos colores de cerca.

“No necesito ver para fotografiar, tengo los ojos en el corazón”, dijo el profesional que trabaja gracias a Ricardo Rojas y Leonardo Eroico, quienes impulsan el proyecto Superación-2016. Ellos son sus ojos al momentos de subir a la tribuna de fotógrafos.

El fotógrafo confesó que trabaja con sus otros sentidos, ya que puede escuchar los latidos del corazón de los corredores, los pasos, las palmadas y así sabe cuando está listo para disparar.

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