La embajadora de Estados Unidos en El Salvador, Jean Manes, instó hoy a “apoyar y aprovechar este momento en la historia de El Salvador para mejorar la seguridad y crecer la economía”.

“No hay un día que perder. Manos a la obra”, reaccionó la diplomática, compartiendo un artículo del Centro Presidencial George W. Bush, titulado “El nuevo presidente de El Salvador se muestra prometedor”, de Matthew Rooney, director general de la Iniciativa de Crecimiento Económico del Instituto George W. Bush.

En el artículo, se explica que el presidente Nayib Bukele fue noticia en Estados Unidos y ha creado una oportunidad para establecer la dirección de su Presidencia y sugiere dos caminos: comprometer significativamente el liderazgo político del gobierno y del país a la seguridad pública y aprovechar el crecimiento económico de El Salvador al mismo tiempo que acelere y asegure la ampliación de los beneficios.

En el artículo, se invita al Gobierno de Bukele a “hacer retroceder las numerosas formas en que las pandillas han tomado el control de las calles”, “erradicar la corrupción en los niveles más altos al nombrar un fiscal confiable con suficiente independencia política” para investigar el narcotráfico, las contrataciones públicas y otros abusos.

“El nuevo Gobierno puede y debe aprovechar estas ofertas”, señala, en referencia a ofertas permanentes de los Estados Unidos, otros gobiernos amigos y organizaciones internacionales.

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“El nuevo Gobierno puede y debe aprovechar estas ofertas. Unas pocas victorias rápidas de alto perfil contribuirán en gran medida a restaurar la confianza en el futuro y al gobierno de Bukele en un camino al éxito”, señala.

En el plano económico, el artículo sugiere que el Gobierno de Bukele debe regresar “a la exitosa estrategia del pasado revisando los gastos, eliminando los subsidios mal orientados y asegurando que los impuestos se recauden de manera transparente y apropiada”.

Señala que la primera propuesta presupuestaria del presidente Bukele “será una oportunidad para señalar las prioridades de su gobierno” y que debe centrarse en educación y salud, algo que será, advierte, un mensaje para los inversionistas.

Sin embargo, advierte que “ningún presidente controla realmente la agenda de su país” y que enfrentaría distracciones, incluidas las relaciones con sus vecinos, la rutina diaria de las pandillas y la crisis migratoria.