Una réplica de la camiseta del la selección de fútbol de Argentina utilizada durante la final de la Copa Mundial de la FIFA México '86, escrita a mano y firmada por la ex estrella Diego Maradona, en un restaurante de la comunidad durante el cierre impuesto por el gobierno contra el coronavirus, en Buenos Aires, Argentina. Foto AFP.


 

"Vamos a salir de ésta", escribió el legendario exfutbolista argentino Diego Maradona en una camiseta firmada que donó para juntar alimentos destinados a un merendero de un barrio vulnerable de la periferia de Buenos Aires, en medio de la cuarentena por el coronavirus.

En principio la casaca albiceleste iba a ser subastada, pero finalmente será sorteada el domingo entre todos los que sumaron su solidaridad más allá del tamaño de la donación.

La iniciativa permitió juntar hasta el sábado unos 152 kg de fideos, cuatro bolsones de alimentos y casi 53.000 pesos (unos 750 dólares) para comida, así como barbijos y alcohol en gel. En total son aproximadamente 650 kilos de alimentos, precisaron los organizadores.

Todo lo recaudado se repartirá en merenderos y ollas populares del barrio de viviendas sociales René Favaloro y en los asentamientos precarios que lo rodean, a 50 km de la capital.

"Diego no debe tener ni idea de lo que hizo por nosotros, no tiene precio. Le voy a estar agradecida hasta el día que me muera", declaró Marta Gutiérrez, una hincha de Boca Juniors "hasta los huesos", colaboradora del merendero.

La mujer habla con la AFP en un enorme galpón del sector Obras y Servicios del municipio, donde decenas de niños toman una leche chocolatada y galletitas dulces, mientras a sus madres les entregan juguetes y ropa para llevarse a sus casas.

Cerca de ella, está colgada la camiseta donada por Maradona, rodeada de imágenes religiosas, como una suerte de altar.

Para esta viuda, madre de siete hijos que cocina cada noche para cuatro familias vecinas además de la propia, esta camiseta es como "el manto sagrado de Jesucristo", dice.

La casaca donada es parte de una edición especial que evoca la que usó la selección argentina cuando ganó el Mundial de México-1986.

Emocionada hasta las lágrimas, Marta agradece al excapitán albiceleste: "Hizo mucho por nosotros cuando nadie, nadie lo hizo. Tenía que ser él, el más grande".

El del barrio Favaloro es uno de los 8.000 comedores y merenderos del país, la mayoría de los cuales funciona bajo el ala de organizaciones sociales o de las iglesias. Unos 3.000 reciben alimentos por parte del Estado y el resto depende de donaciones y del voluntariado.

- "A ganarle al hambre" -

Impulsado por la iniciativa de Ricardo Chao, el dueño de un comercio de camisetas de fútbol que en pandemia organiza subasta solidarias, el diputado peronista Nicolás Rodríguez Saá fue el intermediario entre Maradona, el sorteo y el barrio Favaloro.

"Diego es la marca de la irreverencia contra el poder, que desde un lugar muy humilde, con dos padres laburantes, viviendo con muchos hermanos, en pocos metros cuadrados, logró la gloria. Hizo esperar a jeques, reyes, a presidentes y él se acuerda de dónde viene", se entusiasmó.

Además de la camiseta, Maradona envió un mensaje en un video grabado: "Vamos a ganarle al hambre", se lo escucha decir.

El mensaje tuvo enorme repercusión y permitió sumar voluntades, asegura Chao quien transmitirá el sorteo el domingo por su Instagram.

Tras 50 días de cuarentena para frenar la propagación de la COVID-19, se agravó la pobreza que ya afectaba al 35,5% de los argentinos a fines de 2019, reconoció el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo.

Según datos de su ministerio, se reparten mensualmente unas 8.000 toneladas de alimentos, la mitad de lo que las organizaciones sociales estiman es necesario para mantener los comedores en funcionamiento adonde meriendan a diario unos 500.000 niños.

La mayoría de los comedores funciona en las villas de emergencias, barrios precarios donde además falta agua potable, hay hacinamiento en las viviendas y muchas veces tampoco hay gas para cocinar lo recibido en las donaciones.

"La demanda de ayuda social se duplicó desde la cuarentena", sostuvo Nacho Levy, dirigente de la organización La Poderosa, con fuerte presencia en las villas de la capital argentina.