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Dos días después de haber sido victima de gritos racistas en Verona, Mario Balotelli explicó este martes que sus gestos de enojo fueron contra "un puñado de imbéciles", añadiendo que existen "otras mil formas" de meterse con un jugador.

"No he acusado al Hellas Verona, no he acusado a la curva (tribuna) del Hellas Verona. Acusé al puñado de imbéciles que hicieron esto y a los que escuché. Acusé a estos estúpidos y eso es todo", declaró el delantero del Brescia en una entrevista al programa de televisión Le Iene.

Algunos hinchas del Verona imitaron los gritos de mono cuando Balotelli tocó un balón en el partido que enfrentó a ambos equipos el pasado fin de semana, lo que motivó que el delantero lanzase con ira la pelota hacia la grada y tratase de abandonar la cancha, aunque finalmente no lo hizo.

"Tengo que decir la verdad. El estadio de Verona y sus tifosi me son simpáticos con sus burlas, pero si quieres perturbar a un jugador, hay otras mil formas de hacerlo. Pero no así. Así no", declaró el internacional italiano.

"Este puñado, lo vuelvo a decir porque los imbéciles son siempre poco numerosos aunque existen, son tontos del culo. Los comportamientos racistas no son aceptables, nunca lo fueron y nunca lo serán", añadió.

Tras los incidentes del domingo, la comisión de disciplina de la Liga Italiana de fútbol decidió el martes el cierre de uno de los fondos del estadio del Verona por un partido.