Un total de 76,030 estudiantes a nivel nacional abandonaron sus estudios en 2018, reveló ayer la directora interina de educación básica en los ciclos I y II del Ministerio de Educación (Mined), Lorena Serrano.

El año pasado, el exviceministro de Educación, Francisco Castaneda, aseguró que solo 12,000 estudiantes dejaron la escuela en 2018 y que era “la tasa de deserción más baja del país en los últimos años”.

No obstante, esas cifras no coinciden con las que brindó ayer la representante del Mined, debido a que se reportó que más de 76,000 estudiantes desertaron.

La directora de educación básica señaló que durante la etapa de educación inicial son los párvulos de cuatro años de edad, quienes más dejaron la escuela; en el ciclo I, la mayor cantidad de niños desertores estaban cursando el primer grado.

En segundo ciclo es sexto grado el nivel que reportó más alumnos retirados del sistema educativo, según indicó Serrano.

De acuerdo a la directora de educación básica, los alumnos del sexto grado abandonan la escuela, cuando los menores viven en zonas rurales. Mientras que en tercer ciclo, la mayor deserción se da en séptimo grado, siempre en el área rural. De los tres ciclos escolares, es de séptimo a noveno grado donde se incrementa notablemente la deserción estudiantil.

“Hay que buscar estrategias para que el estudiante, a pesar que no puede llegar a la escuela, continúe estudiando y enviando sus actividades. El año más crítico (de desertores escolares) fue el 2014 con 125,804 niños que dejaron de estudiar y lo que debemos es buscar estrategias para identificar cuando un estudiante se encuentra en riesgo de abandonar la escuela”, aseveró Serrano en el foro denominado “Deserción Escolar en El Salvador: el caso de las niñas y adolescentes”.

Según estadísticas brindadas por Educación, al menos 30,000 niños dejaron las aulas, debido a que se cambiaron de domicilio; sin embargo, Serrano aseguró que están analizando los cambios de domicilio, porque los padres de familia pudieron tener temor a denunciar si sus hijos fueron amenazados, por lo que se convierten en víctimas de desplazamiento forzado.

Asimismo, Educación identificó que la deserción escolar también fue causada porque al menos 100,000 menores migraron al exterior, unos 4,000 estudiantes se retiraron del sistema educativo por bajo rendimiento académico, cerca de 3,000 tenían problemas económicos, y otros 5,000 abandonaron sus estudios porque sus padres así lo decidieron y aproximadamente 2,000 alumnos no asistieron más a clases por la delincuencia.

En la zona rural, los niños dejan de estudiar por realizar trabajos agrícolas o labores domésticas. Otras razones que señaló Serrano que habrían causado el abandono escolar fueron accidentes, que el centro educativo estaba muy lejos, embarazos precoces, enfermedades, muerte o asesinato del estudiante.