La industria del plástico inicia el año con el reto de manejar un súbito aumento en los costos de materias primas y del valor de los fletes internacionales.


La Asociación Salvadoreña de la Industria del Plástico (Asiplastic) advierte que la mezcla de estos factores genera una alta incertidumbre que no podrá controlar por mucho tiempo y se traducirá en incrementos.


Los incrementos derivan de la voraz demanda de China, que tras reactivar su economía, a mediados de 2020, está acaparando buena parte de la producción de las materias primas pagando precios superiores a los habituales de Latinoamérica.


Ricardo Morán, presidente de Asiplastic, explicó que las alzas comenzaron a registrarse en septiembre, pero hasta enero 2021 estas ya son del 40 %.


“Cada empresa tiene su estructura de costos y cada una tendrá que saber cómo negociar con los clientes porque no puede subir el 40 %. Es imposible, no lo va a lograr absorber, se negocian gradualmente incrementos mientras la situación prevalece”, anticipó.


Morán dijo que, a diferencia de otras rachas de alzas de costos, esta vez no son focalizadas y afecta a todas las variedades de productos, muchos de ellos en manos del consumidor final.




Si usted me pregunta cuáles plásticos son los que están sufriendo el incremento yo le digo que todos. Los poliestirenos para hacer bolsas y empaques; el PET (tereftalato de polietileno) para hacer botellas, y el poliestireno para hacer cielos acústicos y utensilios desechables”, Ricardo Morán, Presidente de Asiplastic



El presidente de Asiplastic detalló que las empresas locales mantienen un inventario de resinas para un período de dos a tres meses, para cumplir con los contratos que tienen con sus clientes, pero que estos se agotan y tendrán que asumir los incrementos en la medida que se vayan renovando.


Las resinas se importan principalmente de compañías petroquímicas en Estados Unidos y México y se reciben en forma “pellets” (un material granulado dispensado en sacos) que luego se transforma de acuerdo con el perfil de uso para cada material como bolsas o utensilios descartables.



“Tormenta perfecta”


El Salvador se abastece principalmente de compañías petroquímicas en Estados Unidos, sin embargo, estas comienzan a saturarse por una mayor demanda de China y Europa, e incluso de la demanda interna por un repunte de la economía estadounidense.


Morán agregó que junto con los incrementos de las resinas hay un alza en el precio de los fletes marítimos (de hasta un 25 %) y otros problemas logísticos entre los fabricantes de las materias primas.


También está la entrada en mantenimiento de algunas plantas, lo cual cierra la llave para el flujo normal de producción.


El sector resiente en particular la paralización, por fuerza mayor, de la operación de la planta petroquímica de la brasileña Braskem en México, un importante suplidor de la industria salvadoreña, que tiene un litigio con el gobierno mexicano sobre el costo del gas etano, el combustible que usa en sus procesos.


“Todos estos factores provocan que haya menos oferta de material en el mercado, es una tormenta perfecta”, valoró Morán.


Esta paralización de operaciones se suma al todavía bajo desempeño de la actividad económica local, donde los productores de plástico tienen cada vez más protagonismo.



Industria emergente


Según el Informe de Comercio Exterior del Banco Central de Reserva (BCR), entre enero y noviembre, el sector generó $316 millones en exportaciones y se consolidó como un importante jugador en la región.


El sector, uno de los más dinámicos de la economía en los últimos cinco años, fue de los pocos que logró mantenerse estable en la crisis provocada por la pandemia del covid-19.











Con la pandemia se aceleró la demanda de plástico. Industrias Plásticas diseñó empaques de “alta barrera” para preservar alimentos por más tiempo.



Morán reconoce el peso del rubro y lo describe como el más dinámico de la región centroamericana.


Considera que al cierre de 2020, el sector podría experimentar una caída de alrededor del 1 %, pero refuerza que lo hizo sin despidos entre sus colaboradores y empujando proyectos de innovación. La industria del plástico de El Salvador tiene 92 empresas en operación.