El alcalde de San Salvador, Ernesto Muyshondt recriminó ayer a la cúpula que dirigía su partido en 2014 y 2015 por darle la espalda después de reunirse con pandilleros por encargo de esa misma dirigencia y gestionar así que permitieran votar a sus simpatizantes.

En una entrevista con el noticiero Hechos de Canal 12, Muyshondt lamentó que "antes que me atacara cualquiera de los opositores o adversarios políticos, me salieron atacando mis mismos hermanos areneros, y la dirigencia que estaba totalmente enterada de lo que había acontecido tanto en el 2014 como en el 2015, me dio la espalda y se hizo la desentendida, especialmente el presidente del partido en aquel entonces, el señor (Jorge) Velado, eso fue muy duro"

Muyshondt se reunió con pandilleros, junto al entonces alcalde de Ilopango, Salvador Ruano, con el fin de gestionar que esas bandas delincuenciales permitieran votar a los simpatizantes areneros. Los pandilleros solían quitar Duis a los pobladores que sospechaban que eran afines a ese partido político.



"Arriesgué mi vida, expuse a mi familia, fue un error no haber pensado en mi esposa, no haber pensado en mi familia en el momento que me atreví a hacer eso. En aquel momento pensé que era la solución para que nuestra gente pudiera votar", agregó Muyshondt, quien entonces era vicepresidente de ideología de ARENA.

Muyshondt, quien también fue diputado arenero entre 2015 y 2018, dijo que "no solo me ha dado la espalda, no solo se hicieron los desentendidos y me hayan querido echar a los lobos, al final fueron muchísimos más los que me apoyaron que los que me atacaron, especialmente los alcaldes que les tocaba vivir esa realidad".

La verdad sale a la luz y si uno está del lado de la verdad y del lado de la gente, uno sale adelante", sentenció el edil.

Muyshondt sostuvo que en esos momentos "uno aprende quiénes son los amigos del puesto y quiénes son los amigos de verdad y para eso sirven esas cosas para ver quiénes están con uno en las buenas y quiénes están con uno en las malas y quiénes están con uno cuando creen que uno está destruido".

"En aquel momento ¿Quién hubiera pensado que yo tenía algún futuro político?", se preguntó.