Según el defensor, Lisandro Quintanilla, la declaración anticipada fue solicitada por la Fiscalía General de la República, y la considera infundada e innecesaria. “El coronel está en un centro de detención, segundo la declaración es la vista pública no hay razón para tener de que él se vaya a morir o que que tenga una enfermedad terminal o que esté padeciendo de algo que le impida hablar, moverse o expresar”, afirmó Quintanilla.
Actualmente el coronel cumple la condena de 30 años de cárcel por la masacre. Ayer, el coronel Joaquín Arnoldo Cerna Flores, otro imputado en el caso, llegó a firmar al juzgado.