Esmeralda Portillo tiene cinco días de permanecer afuera de cárcel de mujeres, en Ilopango, desde que logró saber que su hija Sofía Esmeralda Rauda Portillo, de 23 años de edad, fue llevada a ese centro penitenciario, después de ser capturada el 7 de mayo a la salida de una academia de idiomas, en Apopa.

Sofía Esmeralda, originaria de Suchitoto, es estudiante del segundo año de la licenciatura en Fisioterapia y Terapia Ocupacional de la Universidad de El Salvador y su madre asegura que su hija se dedica a estudiar.

“Mi hija estudia su segundo año (en la facultado de) Medicina en la UES, ella aparte de estudiar en la universidad estudia inglés en una academia en Apopa. Ella iba saliendo de sus clases, a las 5:00 de la tarde, cuando ya no llegó a la casa y fue cuando me avisaron que a ella la habian capturado por agrupaciones ilícitas”, dice la mujer de unos 45 años de edad, afuera de la cárcel de Ilopango.

La madre de Sofía afirma que la joven no tiene tatuajes y que siempre ha sido estudiosa. Es la primera hija de tres hermanos y la primera de su familia en tener estudios universitarios. Desde su detención, Esmeralda no ha podido comunicarse con su hija.

Esmeralda pide a las autoridades que su hija sea liberada y exige al Gobierno que las capturas sean para los grupos criminales: “A los verdaderos, a los que son cabeza de un grupo criminal, a ellos no los capturan” dijo la madre de Sofía.

La angustiada progenitora era parte del centenar de personas que este lunes estaban afuera del penal de Ilopango a la espera de una supuesta liberación de reos, que fue desmentida por el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro.

Hasta hoy, el Gobierno salvadoreño afirma haber detenido a 33,812 personas, desde el 27 de marzo, cuando la Asamblea Legislativa aprobó el régimen de excepción que ha inhabilitado a los salvadoreños del derecho a la asociación, a la defensa, a no violentar la correspondencia y la intercepción de las telecomunicaciones y a la detención administrativa por 72 horas.