A más de 17,000 estudiantes les ofrecieron drogas dentro de las escuelas, el año pasado, según la cuarta encuesta nacional sobre el consumo de sustancias psicoactivas en población escolar 2018, hecho por el Instituto Nacional de Salud (INS).

La encuesta fue realizada en agosto de 2018 a 93 centros educativos privados y públicos en todo el país, con una muestra de 6,663 estudiantes de séptimo, noveno y segundo año de bachillerato.

Al preguntarles si se les ofreció drogas dentro de la escuela, el 15.9% dijo que sí, es decir, 17,502 estudiantes aproximadamente. Estos aseguraron que quienes se las habían ofrecido, principalmente fueron sus compañeros de clase, sus maestros, personal de la institución y ajenos que estaban dentro del centro educativo.

La sustancia ilegal más ofrecida fue la marihuana con un 74 %, es decir aproximadamente a 15,190 estudiantes; seguido por la cocaína con un 8.6 % y la heroína con un 3.5 %. Según el viceministro de Educación, Francisco Castaneda es difícil controlar y erradicar una adicción al alcohol o las drogas, cuando está práctica no se origina en la escuela sino que se trae de la casa.

“De nada sirve preocuparse porque los niños y los jóvenes no entren en el mundo de las drogas o el alcoholismo, si en las casas ven al padre o a la madre que fuma de forma natural o que el fin de semana esta con la mesa llena de cervezas”, señaló Castaneda.

Agregó que como Ministerio intentan controlar, junto con la Policía Nacional Civil (PNC) y la Fiscalía General de la República (FGR), el narcomenudeo dentro de las instituciones con revisiones de pertenencias de estudiantes al entrar o salir de las escuelas, así como los pasillos de las escuelas. Pero destacó que las instituciones encargadas de regular las leyes referidas a la prohibición de expendios de bebidas alcohólicas cerca de escuelas, no están funcionando como deberían y eso dificulta la labor de prevención. “Tenemos una gran cantidad de negocios que venden desde bebidas alcohólicas, cervezas y otros dicen que también se mueve la droga y están cercanos a las escuelas, solo aplicar la normativa vigente ayudaría mucho a alejar a los niños de esa posibilidad”, dijo el funcionario.

Castaneda explicó que en los centros escolares los estudiantes no tienen contenidos incluidos en sus materias referidos a la prevención contra el alcohol y drogas, sino que es incluida como causa de padecimientos como Enfermedades de Trasmisión Sexual (ETS), violaciones o accidentes de tránsito.

“Yo creo que hay que fortalecer siempre las escuelas de padres y madres, son bien importante porque esto nos permite el alcance más allá del ámbitos escolar”, dijo Castaneda.



El coordinador de la clínica de adicciones de Fosalud, Oscar Saravia, coincide con el viceministro en que los estudiantes no consumen drogas por desconocimiento, sino por elementos como curiosidad, presión social o por modelos en el hogar.

Saravia detalla que el alcoholismo es otro problema dentro de las escuelas, porque los menores empiezan a consumir desde los 13 años, lo cual genera mayores afectaciones a su vida y su concentración en la escuela. Según un estudio sobre la situación de drogas en El Salvador del año 2018 de la Comisión Nacional Antidrogas (CNA), señala que la edad del inicio promedio del consumo de bebidas alcohólicas es a los 13 años, sin distinción de sexo y tipo de centro educativo. El coordinador dijo que los niños y adolescentes que tengan un consumo excesivo de estas sustancias pueden caer, ya sea en la dependencia física, que crea una necesidad en el cuerpo por ingerir o psicológica que llegue el punto de cambiar las actividades diarias de un estudiante por buscar la forma de consumirlas.

“En la física, el cuerpo tiembla o produce sudoración excesiva al no tener contacto con las sustancias, y la psicológica los estudiantes hasta dejan de ir a estudiar, empiezan a tener un bajo rendimiento académico y luego comienzan a vender cosas personales para comprar estas sustancias”, explicó.

Asimismo, agregó que el consumo excesivo de alcohol y drogas trae como consecuencias no solo enfermedades en el sistema nervioso como depresiones o alucinaciones, sino en todo el cuerpo como insuficiencia renal o diabetes. Según el profesional el consumo de drogas acorta la vida en un promedio de 15 años.

“Entre más temprana es la edad de inicio del consumo de una sustancia, la persona más temprano presenta enfermedades que llevan a la muerte”, dijo Saravia.