La OMS insiste en el distanciamiento social y advierte que el virus se ha presentado severo incluso en muchos jóvenes y niños, no solo en adultos mayores. / AFP


El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, advirtió que las personas que se han infectado con el nuevo coronavirus, y que han dejado de padecer síntomas pueden seguir contagiando durante dos semanas a otras personas.

Por ello, en la rueda de prensa diaria, Tedros pidió que aunque estos pacientes ya no presenten síntomas, sigan sin recibir visitas hasta que finalice dicho periodo. Dicho esto, insistió en la importancia de que las personas se laven las manos para reducir el riesgo de infección por el coronavirus, “un acto de solidaridad”.

También, el director general de la OMS ha instado a la población a que evite acumular artículos sanitarios esenciales, como por ejemplo medicamentos, ya que esta actitud puede crear “escasez” de fármacos y de otros productos necesarios para la atención médica.

Tedros reconoció que, aunque la población de mayor riesgo de mortalidad por el nuevo coronavirus son las personas mayores de 60 años, hay jóvenes, e incluso niños, que han muerto. Por ello instó a los países a aumentar las pruebas de detección del COVID-19.

“A medida que el coronavirus se traslada a países de bajos ingresos, estamos profundamente preocupados por el impacto que podría tener en las poblaciones con alta prevalencia del VIH o niños desnutridos. Hacemos un llamamiento a cada país e individuos para que hagan todo lo posible para detener la transmisión”, dijo.

Asimismo, en el caso de contagio, Tedros subrayó la necesidad de que todas las personas, incluso las que están leves, se aíslen en los centros sanitarios para evitar la transmisión del virus y recibir una atención médica adecuada.

Reconoció que “muchos países” ya han excedido su capacidad para atender a las personas que están leves. Por ello, y en el caso en que deban permanecer en el domicilio, Tedros aconseja que esté supervisada por una persona que esté sana, la cual deberá lavarse las manos después de tener contacto con el paciente.