Los principales partidos de la oposición chilena exigieron la renuncia del intendente metropolitano de Santiago de Chile, Felipe Guevara, por autorizar el despliegue de un millar de carabineros en Plaza Baquedano, lo que derivó en graves incidentes, incluido el atropello de un joven manifestante. Además, piden que el Gobierno destituya al general director de Carabineros, Mario Rozas.

El joven de 20 años, identificado como Óscar Pérez, fue aprisionado durante una manifestación por dos carros lanzagases, lo que le provocó una fractura de pelvis y se encuentra aún hospitalizado.

El sábado el Partido Socialista (PS) condenó la "represión policial contra las manifestaciones pacíficas de la ciudadanía". "El acto de violencia extrema e inaceptable contra el joven Óscar Pérez da cuenta del absoluto y total descontrol del actuar de las Fuerzas Especiales de Carabineros", apuntaba el partido.

Más tarde se sumó el portavoz del grupo parlamentario de Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, quien calificó de "extremadamente graves e inauditos" los sucesos del viernes, incluido el "brutal atropello de un joven por carros blindados" y por ello pidió que Guevara "dé un paso al costado y renuncie".

"A juicio mío, el intendente tiene que renunciar, no hay otra opción; tiene que dar un paso al costado. No concibo una autoridad con ese nivel de reacción emocional y mental. No lo concibo como autoridad a cargo de una zona tan importante como la región metropolitana. La responsabilidad debe ser ejercida", afirmó Ascencio en declaraciones a la Agencia Uno.

"Lo que hizo él fue una acción militar, y estableció una forma de impedir que la gente no llegara a la plaza. Esa decisión tan equivocada tuvo consecuencias brutales, extendió la violencia hacia zonas aledañas a la plaza; y, lo del joven atropellado, a juicio de muchos en un verdadero intento de homicidio, por carros blindados, es una brutalidad, una imagen que dará la vuelta al mundo, es un acto inaudito", añadió.