El presidente Daniel Ortega y su esposa llegaron a Masaya, custodiada por las fuerzas de policía y a bordo de un autobús de dos pisos, desde cuya planta alta saludaron a los sandinistas que acompañaron la caravana. / AFP


Opositores nicaragüenses rechazaron el sábado el llamado a la paz del presidente Daniel Ortega, y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, cuando encabezaron la celebración del 40 aniversario del histórico repliegue de la exguerrilla sandinista a la sureña ciudad de Masaya antes del triunfo de la revolución.

La pareja presidencial llegó a Masaya, 30 km al sur de la capital, custodiada por las fuerzas de policía y a bordo de un autobús de dos pisos.

Nicaragua “siempre ha defendido el derecho a trabajar en paz, porque para que pueda haber desarrollo (..) en primer lugar tiene que haber paz, y eso es lo que ha defendido a lo largo de la historia el pueblo nicaragüense”, dijo Ortega durante un acto en un campo en Masaya.

Para politólogos y miembros de la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, Ortega no habló de temas “sustanciales que afectan al país” en su discurso, como la reciente aprobación de la resolución “La situación de Nicaragua”, en la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA), informó El Nuevo Diario de Nicaragua.

Tampoco habló de las sanciones individuales que recibieron miembros de su gobierno, o de la falta de cumplimiento total de los acuerdos firmados en la mesa de negociación. También evitó referirse a una eventual reanudación del diálogo con la oposición.

El jurista y politólogo Carlos Tünnerman, titular de la mesa de negociación por la Alianza Cívica, aseveró que no hubo nada de sustancia en el mensaje de Ortega.

Explicó que el presidente habló “muchas veces de la paz, pero no menciona una paz con justicia, porque una paz sin justicia es una paz endeble”.