Foto de Emisoras Unidas.


La justicia guatemalteca ordenó este lunes abrir una investigación penal contra tres militares retirados, acusados del genocidio de indígenas mayas durante la pasada guerra civil que desangró el país centroamericano entre 1960 y 1996.

El juez Miguel Ángel Gálvez resolvió al termino de una audiencia que los exaltos mandos del Ejército deben ser procesados por genocidio, delitos de lesa humanidad y desaparición forzada, y tras la fase de investigación decidirá si deben enfrentar juicio.

Los generales jubilados Benedicto Lucas y Manuel Callejas, y el coronel en retiro César Noguera, son acusados por la fiscalía y familiares de víctimas de cometer un genocidio contra el pueblo indígena maya-ixil en el norteño departamento de Quiché, uno de los más golpeados por la guerra civil.

De acuerdo con la Asociación para la Justicia y la Reconciliación (AJR), querellante en el proceso, los tres ancianos militares son responsables de los delitos contra 1.731 indígenas entre 1978 y 1982.

Los hechos ocurrieron bajo el gobierno del presidente Romeo Lucas García, fallecido en Venezuela en 2006.

Según la acusación, el Ejército masacró al pueblo ixil por considerarlo base de apoyo a los movimientos guerrilleros.

Benedicto, hermando del expresidente Romeo Lucas, fue sentenciado junto a Callejas y otros dos militares a más de 30 años de cárcel en mayo del año pasado por la desaparición forzada del adolescente Marco Antonio Molina Theissen y la violación y tortura de su hermana Emma Guadalupe en 1981.

Guatemala condenó en 2013 al exdictador Efraín Ríos Montt por el genocidio de cientos de indígenas ixiles durante su régimen de facto (1982-1983), pero la corte constitucional ordenó repetir el juicio por errores en el proceso.

Ríos Montt falleció el 1 de abril de 2018, a los 91 años, mientras se desarrollaba el nuevo juicio a puerta cerrada y sin su presencia ya que padecía demencia y otras enfermedades.